Las luces y sombras de la leyenda del rock Kurt Cobain

AASHTA MARTÍNEZ.

Enigmático y cautivador, Kurt Cobain se convirtió en la mayor estrella del rock alternativo del mundo justo un año antes de su muerte. No en vano, han pasado veinticuatro años del fatídico suceso, pero la historia de su corta vida sigue suscitando un gran interés.

En este tiempo, se han escrito varias biografías sobre el líder de la banda Nirvana, pero pocas resultan tan completas, analíticas y perturbadoras como Heavier than Heaven (Reservoir Books), del periodista Charles R. Cross. Este libro, publicado por primera vez en septiembre de 2001, hace un interesante recorrido por la vida y obra del carismático estadounidense. Para elaborarlo, Cross realizó más de trescientas entrevistas y tuvo acceso, entre otras cosas, a extensos informes policiales y a los diarios personales del artista.

“Era fácil sentir fascinación por Nirvana, pues por mucha fama y éxito que alcanzaran siempre tenían aspecto de desvalidos, y lo mismo podía decirse del propio Kurt. El líder de aquel grupo inició su trayectoria artística en una caravana copiando ilustraciones de Norman Rockwell y acabó desarrollando un talento para la narrativa que conferiría una belleza especial a su música”, asegura en el libro el propio autor, antiguo editor de la revista The Rocket.

Gran músico y compositor, Cobain no se convirtió en estrella de la noche a la mañana. Lo cierto es que tuvo que recorrer varias veces el país tocando con su banda antes de lograr la fama y el reconocimiento que obtuvo. Pero, a pesar de todo el éxito y el dinero que amasó, no fue capaz de salir nunca de la espiral de autodestrucción en la que había entrado, tras una infancia y adolescencia complicadas en su Aberdeen natal —el complicado divorcio de sus padres, su fracaso escolar y la falta de afecto que siempre sintió inspiraron muchas de sus canciones—.

Una existencia repleta de rabia, dolor e inspiración que le llevó a verse sin hogar en más de una ocasión —incluso después de publicar su segundo álbum Nevermind—, y que culminó con su suicidio, en abril de 1994. Una muerte que le uniría a lo que su madre denominó ‘el club estúpido’, en referencia al llamado ‘club de los 27’ (el grupo de jóvenes estrellas de la música que murieron a esa edad).

Sea como fuere, Cobain sigue siendo una leyenda muy rentable para la industria. Sin ir más lejos, en 2006 llegó a liderar la lista de la revista Forbes de artistas desaparecidos con más ingresos anuales.

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