Mujeres en la alborada

Mujeres en la alborada

Nuestra vida en la selva, nuestra vida en la guerrilla

Yolanda Colom

Pepitas
Logroño, 2018
300 páginas

Proveniente de una familia de comunistas, la escritora tuvo desde siempre la inquietud de participar en la lucha. “Comencé a hacer labor cívica, pero muy temprano me cuestioné sobre las causas de tanta pobreza, yo que había tenido una niñez privilegiada en las mejores escuelas”, recuerda.

En esa búsqueda se acercó a la teología de la liberación, para después trabajar como maestra rural, donde conoció de manera directa las inhumanas condiciones de vida de los sectores más pobres de Guatemala.

Gracias a las actividades académicas de su fallecido esposo, el también escritor y guerrillero Mario Payeras (1940-1995), Colom tuvo la oportunidad de permanecer dos años en Europa, donde intensificó su formación política al estudiar las luchas obreras y campesinas del mundo.

A inicios de los años 70 regresó a su país para integrar el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), donde participó más de dos décadas, en la que considera “la mayor escuela de humanismo y de cultura que pude haber encontrado en la vida”.

En esta actividad “difícil y riesgosa”, donde más de una vez se preguntó cómo pudo sobrevivir, la participación de las mujeres fue masiva, y no sólo a nivel de base, sino también en cuadros altos y medios.

“Las mujeres guatemaltecas, muchas del campo o indígenas, tuvieron un papel activo y beligerante en la lucha por sus espacios, en una sociedad que hoy día sigue siendo conservadora, patriarcal y muy machista”, señala la autora, hermana del actual presidente de Guatemala, Álvaro Colom.

Para la ex guerrillera, la necesidad de escribir surgió como respuesta al desánimo que cundió entre muchos de sus compañeros tras el fracaso de diversos proyectos revolucionarios, y para ofrecer una “versión no oficial” de la cruenta lucha que vivió el país centroamericano, en la voz de quienes empuñaron las armas.

El objetivo, afirma Colom, es consignar “lo que vi, lo que sentí y lo que escuché”, y no sólo los momentos heroicos de la vida de una mujer combatiente, sino también “la cotidianidad de la militancia, la talacha. Quiero desmitificar la lucha armada y mostrar que somos gente de carne y hueso”.

A 30 años del comienzo de esa guerra civil, la escritora ve a las mujeres de Guatemala más organizadas y participativas en todos los sectores, pero en términos generales percibe un país todavía más atrasado e injusto que el que trató de cambiar cuando era más joven, y en donde la posibilidad de un nuevo estallido social sigue lantente.

Mujeres en la alborada es la narración sincera, precisa, clara y apasionante de unos años clave en el movimiento revolucionario guatemalteco. Y es el testimonio de un corto e intenso periodo de la vida de una mujer íntegra que se alejó de una «vida cómoda» para vivir en la clandestinidad durante décadas.

Sin mitificaciones ni idealizaciones, este imprescindible libro narra con naturalidad la vida en la impenetrable selva, la participación de las mujeres en los destacamentos guerrilleros, los quehaceres cotidianos de la construcción del movimiento revolucionario y de la organización guerrillera, la sociedad indígena, la convivencia, las acciones armadas, la represión, los anhelos, el amor, las contradicciones y los defectos de una generación que abrazó la causa de los pobres frente a la violencia de un Estado y una sociedad excluyente y racista en la que comprar una mujer —a finales del siglo xx— costaba más o menos lo mismo que comprar una gallina.

[…] Luego de veinte años de militancia puedo afirmar que el periodo en la montaña —altiplano y selva noroccidentales— es mi experiencia revolucionaria principal. Ha sido, es y será decisiva en mi vida para apreciar al ser humano, la naturaleza, la lucha social, mi pueblo. Fue una suerte vivirla, sobrevivirla y reflexionar sobre ella.

[…] Si la forma de lucha que domina en estas páginas ha perdido vigencia, no ha ocurrido lo mismo con los propósitos que nos guiaron. No son los éxitos o los reveses que contienen estos relatos los que cuentan en definitiva, sino la verdad que encierran y nuestra fidelidad de hoy al ideal que los hizo posible ayer.

Yolanda Colom (Guatemala, 1947) es una revolucionaria y educadora con experiencia en la docencia no oficial entre sectores sociales marginados y explotados.

Durante once años militó en el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) y durante otros nueve, en Octubre Revolucionario.

Además de este libro ha impartido conferencias y escrito numerosos artículos e informes. Entre ellos: Aparatos ideológicos del Estado (1971) o Insurgencia y contrainsurgencia en Guatemala (1984).

El presente volumen es el extraordinario testimonio de su participación en la guerrilla entre los años 1973 y 1978. Entre otras actividades, Yolanda Colom cuida del legado político y literario de quien fuera su compañero, Mario Payeras (1940-1994), cuya obra será publicada por Pepitas en esta misma colección, en su sección de clásicos.

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