‘José Mújica en sus palabras’, de Darío Klein y Enrique Moras

RICARDO MARTÍNEZ.

Título: José Mújica en sus palabras

Editorial: Debate, Barcelona, 2020.

La palabra sencilla es la más difícil de decir, pues exige compromiso y actitud interiores para ser formulada con verdad, con sinceridad, y eso lo percibe el lector de inmediato. Es lo que los clásicos solicitaban del buen decir, de la función del lenguaje.

Pues bien, podríamos decir que un libro como el presente ‘le viene dado’ al crítico, y ello por dos razones:

-de una parte por la fuente. José Mújica es poseedor de un lenguaje llano y directo, didáctico y sencillo hasta el punto que quien le escucha aminora el esfuerzo de escuchar (o leer) por cuanto es bien fácil entenderle (incluso con su aquel de ritmo musical, que se deriva del propio lenguaje) Su decir de escuela primaria en el mejor sentido, lleno de sensatez y de llamada al equilibrio y la concordia consiguen transmitir el argumento sin esfuerzo y, además y por ello, le dota de sinceridad, esto es, el oyente-lector tiende de primeras a otorgarle su confianza. En política, se aproxima mucho a un ejemplo de democracia

-de otra porque facilita la labor del crítico. Si éste ha de tener como fin fundamental el invitar a la lectura, señalando aquellos bienes en el argumento y la lengua que den valor al discurso, aquí los ejemplos se desgranan solos como uvas nutritivas de un racimo jugoso y madura. Sean:

*Soy de los que piensan que algún día la humanidad construirá esas sociedades, pero mucho antes tendrá que haber multiplicado mucha riqueza, mucho conocimiento y mucha cultura, porque es inútil querer igualar de arriba hacia abajo: la gente clama por lo inverso.

*La historia la cambian los colectivos. No hay grandes hombres que cambien el rumbo de la sociedad, sino que se cambia con gigantescas correntadas de pueblo que tengan fuerza para torcerlo. Necesitamos del conjunto, en soledad no somos nada.

*Para mí, el primer requisito de la política es la honradez intelectual. Si no existe honradez intelectual todo lo demás es inútil. A la larga no hay mejor lenguaje que la verdad de lo que las cosas son. Si es fracaso es fracaso, y se debe asumir.

*Para mí los bichos son fundamentales. Hay que aprender a quererlos porque son los compañeros de la vida

*Nada vale más que la vida., ¡luchen por la felicidad! Y la felicidad es darle contenido a la vida y rumbo a la vida, y no dejar que te la roben. Para eso no hay receta, está acá, en la conciencia

Pues eso: sea, lector. A tu tarea provechosa

Nota bene: ¿Acaso el propio autor no lo anunció un día como voluntad o entendimiento?: “Soy un poeta frustrado. Siempre me gustó trabajar con las palabras” Poesía como verdad, como esa ‘arma cargada de futuro’

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