Viajes por Manchuria y Mongolia


Viajes por Manchuria y Mongolia 

AKIKO YOSANO
Prólogo de Joshua A. Fogel
Traducción de Dora Sales

Las crónicas viajeras por China de la poeta y feminista
japonesa más célebre y controvertida de su época.

Cuando Akiko Yosano y su esposo recibieron la oferta de la Compañía del Ferrocarril del Sur de Manchuria para realizar un viaje por el noreste de Asia, dudaron inicialmente porque los últimos años de la década de 1920 fueron un punto álgido para las relaciones chino-japonesas debido a la expansión civil y militar japonesa en Manchuria y el norte de China. Sin embargo, ambos lograron enfrascarse en un largo viaje por esta zona, recogiendo testimonios de los pueblos y lugares donde se detenían durante su travesía. En Viajes por Manchuria y Mongolia, Akiko Yosano ofrece, además, descripciones maravillosas y detalladas de las montañas, templos y santuarios, de la belleza natural de las ciudades y calles de una China misteriosa.
El testimonio de Yosano permite entender la indiferencia de los japoneses hacia la cultura china, pues son incapaces de comprenderla porque no la han vivido ni visto de cerca; por eso, ella busca experimentar por sí misma esta realidad extranjera. Así, en su narración, los chinos aparecen como un pueblo extremadamente trabajador, que sufre bajo grandes presiones y desunión interna. China se presenta como un país de gran belleza natural, que el tiempo y el expolio humano no han arruinado del todo.
«La crónica de sus viajes sigue siendo un retrato ante todo personal e íntimo de China y los chinos. Y, de este modo, está llena de ambigüedades, tanto de regocijo como de
inquietud, de disfrute y de miedo.»

JOSHUA A. FOGEL

LA AUTORA

Osaka, 1878 – Tokio, 1942. Poeta y traductora, vivió desde pequeña inmersa en la lectura de los clásicos de la literatura japonesa. En 1895, tras graduarse en el instituto femenino de secundaria de Sakai (Osaka), publicó su primer poema en estilo tanka, forma estilística que dominaría con los años y de la cual se convertiría en una reconocida representante. En 1901 se casó con Tekkan Yosano, líder del movimiento romántico en la poesía japonesa contemporánea, y gracias al apoyo de este consolidó su carrera literaria con la publicación de sus poemas en varias revistas. Akiko Yosano es celebrada por sus colaboraciones en la primera revista feminista de escritura creativa de Japón, Seito. Además, llegó a ser una firme defensora de la educación y el sufragio femeninos, y en 1921 se convirtió en directora y profesora de Bunka Gakuin, una escuela mixta gratuita que fundó junto con su esposo y otras personas.

FRAGMENTO DEL prólogo 

Akiko Yosano y la crónica de
sus viajes por China en 1928

Por Johua A. Fogel
Akiko Yosano (1878-1942) fue una de las mejores poetas y traductoras de japonés clásico. Nacida en el hogar de un comerciante de dulces en la ciudad de Sakai, a las afueras de Osaka, siendo mujer en aquella época tuvo la suerte de criarse en un hogar lleno de libros. Aunque su padre la desterró a la edad de un mes a casa de una tía porque quería tener otro hijo, tras el nacimiento de su hermano, Akiko regresó a su hogar natal en agosto de 1880, cuando tenía veinte meses. Mientras cargaba con las numerosas responsabilidades de atender la tienda de su padre, se alimentaba de la lectura de los clásicos de la literatura japonesa. En el instituto femenino de secundaria de Sakai, del que se graduó en 1895, continuó leyendo mucha literatura japonesa, así como literatura y poesía europeas, aunque la mayor parte de estas lecturas las realizó por su cuenta, dado el nivel de la pedagogía por aquel entonces en dicho instituto. En septiembre de 1895, cuando apenas tenía dieciséis años, publicó su primer poema, en estilo tanka,2 en Bungei kurabu (Club Literario), una revista de Tokio. En agosto de 1900, conoció al afamado poeta Tekkan Yosano (Hiroshi, 1873-1935), que fue el auténtico líder del movimiento romántico en la poesía japonesa contemporánea. Aunque en aquel momento estaba casado, su matrimonio había tocado fondo. Poco después, en junio de 1901, Akiko se escapó a Tokio para vivir con él, y se casaron en septiembre. […]
En noviembre de 1911, Tekkan se embarcó para hacer un largo viaje a Francia. Akiko se unió a él en mayo del año siguiente, tras viajar en tren a través del noreste de Asia y en el Transiberiano, experiencia a la que alude en la crónica de sus viajes de 1928 traducida aquí. En Francia y en otros lugares de Europa Occidental, los Yosano se reunieron con escritores y artistas de renombre con quienes compartían preocupaciones tanto estéticas como sociales. Durante esta segunda década del siglo XX, Akiko fue tomando cada vez más conciencia de los problemas sociales del Japón de la era Taishō y, en particular, de las necesidades de las mujeres japonesas. Las experiencias en Europa reforzaron esta toma de conciencia. […]
FRAGMENTO DEL LIBRO 
Nanshan
Por Akiko Yosano
La mañana del 16 [de mayo de 1928], el señor Katō Ikuya, mi esposo y yo subimos a un tren expreso en la línea principal del Ferrocarril del Sur de Manchuria y partimos de la estación de Dalian. Los señores Usami, Kohiyama, Ishikawa, Mayama, Nishida y sus esposas, entre otras muchas personas, vinieron a la estación a despedirse.
Cuando llegamos a la estación de Jinzhou, el jefe de dicha estación tuvo la amabilidad de proporcionarnos como guía a un joven mozo chino que hablaba japonés. Nos subimos a un coche de caballos y salimos para ir a visitar en primer lugar los campos de batalla de las guerras chino-japonesa y ruso-japonesa, en la cercana Nanshan. Nanshan, o «montaña del sur», era un terreno montañoso de poca altitud, parte de la llanura de Jinzhou. Allí, entre algunos pinos jóvenes, se había erigido una lápida conmemorativa de granito blanco. Mientras presentábamos nuestras condolencias en el campo de batalla, fue alentador contemplar el extenso campo verde donde el sorgo acababa de florecer bajo el cielo claro de mayo. Divisé dientes de león y lirios silvestres brotando en desorden y, cuando mi esposo preguntó cómo se llamaban en chino, el joven mozo del ferrocarril nos dijo que iris en chino era yanziyi, y para diente de león se decía popodingYanzihua era, desde la antigüedad, un nombre chino elegante para la flor del lirio florecida del todo, y se conocía incluso en Japón, pero yanziyi —literalmente, el ala de la golondrina— era un provincialismo que no había escuchado nunca antes. A mi esposo le gustó aún más el nombre de popodingDing se añadía a los nombres de las flores perfumadas, como dingzihua (clavo), chending (aloe), zidingxiang (lila). Señaló que podría demostrarse que la palabra japonesa para el diente de león —tanpopo— era un antiguo término chino en el que ding representaba el primer carácter [es decir, tan].

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