‘Mil millas hacia la libertad’, de William & Ellen Craft

Mil millas hacia la libertad

William & Ellen Craft

Traducción de María del Rocío Fernández Pérez

Consonni

Bilbao, 2023

95 páginas

 

Por Ricardo Martínez Llorca / @rimllorca

Este libro no está escrito, este es un libro en el que se nos habla. El matrimonio Craft, que se expresa a través de la voz de uno de ellos, el marido, William, escapó de la esclavitud en el año 1848. Para ello urdió una treta, en la que ella, Ellen, que podía hacerse pasar por blanca, simulara ser la dueña del esclavo que la acompañaba, y se dirigirían en tren a Filadelfia. Pero ni siquiera en un estado abolicionista estaban seguros. Las legislaciones eran terribles en todo el territorio, y amparaban siempre al malhechor, que en este caso eran los dueños, los poderosos, los violentos. En el libro apenas se menciona el maltrato, no existe nada de recrearse en las condiciones infrahumanas de vida de los esclavos. Eso lo deja el narrador para otras voces. Aquí de lo que se trata es de enfrentarnos a unas costumbres, entrelazadas con las leyes, que impedían a seres humanos ejercer de tales. De hecho, el libro está escrito con algo que llamaremos piedad a falta de un término menos manipulado. Hay compasión y misericordia, y hay un espíritu religioso en estos protagonistas, que no cesan de invocar su confianza en que exista un buen dios. En algún lugar debería haber hombres buenos y ellos están dispuestos a recorrer medio planeta con tal de encontrarlos. Porque quieren asegurarse de que los hijos que van a tener no vayan a sufrir la suerte que padecieron ellos y sus padres y hermanos: una separación obligada, cruel, asesina, antes de tiempo.

Sorprende encontrarse con un país tan dividido como era Estados Unidos en aquella época, donde los principios básicos de relaciones sociales contrastaban en extremo. Pero las decisiones políticas cubrían las necesidades de los terratenientes, amparándoles en todo momento. Y sorprende el atrevimiento en el viaje de esta pareja, que parece hacerlo con serenidad a lo largo de varios días. Pero apenas se permiten dormir y no siempre encuentran benefactores. Pero lo que más sorprende, sin duda, es volver a visitar estos tiempos que hoy en día nos resultan inconcebibles, ese racismo que se entiende como una relación natural. La forma de mitigarlo, por no decir combatirlo, que tienen nuestros protagonistas es la voz del narrador: siempre firme, carente de ningún rencor, centrada en una supervivencia que no sucederá en caso de perder la compostura. Será esa entereza lo que destaque, la que haga de este testimonio algo muy especial, algo que merece la pena ser reconocido. Este se un libro valiente en el que no existe ningún atisbo de presunción de valor, pero sí mucho de ejemplo, de demostrar con actos qué es la dignidad.

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