Estatura

Daniel Díez Carpintero

Sloper

Este no es un libro sobre la primera experiencia sexual, no es un libro sobre el abandono en los primeros años de la vida —mostrado de la manera más sórdida, con la máxima crueldad—, ni un libro sobre el maltrato y los sentimientos malsanos de unos padres hacia un hijo, sobre la depravación emocional que se produce en un núcleo familiar infectado, no. Es la traducción de un acto más urgente. Comer, rascarse. Es la historia de una no persona, un ser inde-seado, un no ser. Entre las dentelladas de un padre que se pone de puntillas delante de él y le mira a la frente, que lo observa siempre desde arriba (aun siendo un hombre muy pequeño), y el silencio de una madre cada vez más ausente y apagada, más lúgubre, el narrador de Estatura cree que su sensación de insuficiencia terminará cuando consume el primer coito. En un equilibro extraño entre la ternura y la crueldad, su adolescencia transcurre por una senda anómala, torcida, entre insultos y nociones aberrantes de la sexualidad. Empujada por una rara violencia interna, Estatura es una novela de iniciación dura y emotiva que indaga en lo innombrable como si penetrase en un sabor, un olor o una sensación física.