‘Los días contados’, de Miklós Bánffy

SERGIO VARGAS.

Hace unos días leí una entrevista de la escritora de novela negra Donna Leon en un periódico nacional, recomendaba fervientemente leer la “Trilogía transilvana”(Libros del Asteroide) de Miklós Bánffy (Hungría,1873-1950), se lo pasó bomba con ella.

El primer libro de esta trilogía adictiva se titula “Los días contados” que se desarrolla en Hungría antes de la Primera Guerra Mundial. A primera vista debo decir que su portada austera y  su título me hizo pensar en lo peor, además su autor, un aristócrata húngaro fallecido, lo desconocía por completo y pensé en dejarlo lado hasta que una tarde de ola de calor canario me dio por abrirlo. Tengo que decir que desde entonces dicho autor forma parte de mi biblioteca, la sabiduría de sus líneas te vuela la cabeza. Es de los autores que lo descubres por una recomendación privada no por ranking de más vendidos o revistas snobs especializadas.

Bánffy cuenta con el don de ser un excelente narrador, sus publicaciones datan de 1934-1940, escritas en húngaro y suele contarnos las andanzas de una aristocracia anterior a la Primera Guerra Mundial cuyo estado está en decadencia .Un poco más adelante en 1950 moriría entre notas quemadas y sus libros agotados. Menos mal que su hija, fue una de las traductoras de su obra y salvadora al mismo tiempo de que quedaran sepultadas entre las ruinas y así conseguir su difusión por el mundo.

La Hungría que describe Bánffy siempre está rodeada de misterio, un país que siempre ha estado en manos ajenas, como ocurrió cuando en 1920 firmaron el tratado de Trianon donde sólo un tercio del territorio permanecería en manos húngaras, según comenta el autor en el primer volumen, todo este desastre vino de sus conciudadanos: a resultas de su política incestuosa, de servilismo al emperador de Viena y a lo corto de miras de la sociedad húngara que no sabía cómo defenderse más allá de sus fronteras. Pienso que hoy en día se sigue dando todo eso incluyendo ese idioma tan apartado del resto del mundo.

Que poco atrayente parece lo que te he contado, disuélvase en la coctelera del Sr Bánffy y el resultado será: libros de una humanidad desbordante, de una hermosura insuperable, descriptivos más no poder y arraigados a una tierra y un entorno desaparecidos pero más cercanos de lo que intuimos.

Ya lo dice él mismo :La radiante luz del sol de la tarde de principios de septiembre era tan brillante que todavía parecía verano”, comienza la trilogía. Este otoño te invito a que sigas leyendo…