Una trinchera en marte

Una trinchera en Marte

Karlos Zurutuza

Libros del K.O.

 

«Baluchistán», «Beluchistán», «el Beluchistán», elijan ustedes, no había sido más que un eco lejano del Gran Juego entre rusos y británicos, poco más que una ilusión óptica en uno de esos mapas militares del siglo xix pegados en tela. Es un topónimo rotundo, sonoro y, sobre todo, evocador, aunque el procesador de textos insiste en subrayarlo siempre en rojo.

Un proverbio pastún dice que Dios no encontró páramo más inhóspito ni periferia más remota para arrojar los escombros de la creación. En cuanto a la ciencia, geólogos norteamericanos lo catalogaron como «lo más parecido a Marte sobre la Tierra»; de hecho, uno busca «Baluchistán» en Ebay y casi todo son piedras: axinitas, brucitas, tremolitas, fluoritas… Pero también es oro, uranio, petróleo y gas, mucho gas, lo que se esconde bajo las sandalias de este pueblo (más de quince millones de personas) atrapado justo donde chocan las fronteras de Irán, Pakistán y Afganistán.

Hay que hacer un pequeño esfuerzo para entender todo esto: uno ha de dirigir su mente hacia Oriente y pensar en aquello como un naufragio del que nadie informó. Sobrevivieron camelleros y taxistas, estudiantes, profesoras y peluqueros, escritoras, guerrilleros, refugiados, nómadas e incluso aristócratas. Sus historias coinciden en que empiezan, o acaban, en uno de los lugares más desconocidos del planeta.

Karlos Zurutuza (Donostia, 1971) le habría gustado embarcarse en Nantucket, pero sus pies le llevaban siempre hacia el este, generalmente por los lodazales y polvazales más periféricos. Los kurdos o los baluches, el colectivo LGTBI iraquí, los mandeos en Irán, los mingrelios atrapados en la gran zanja del Cáucaso… Son ya dos décadas contando historias por las que nadie apuesta pero que, contra todo pronóstico, ha conseguido publicar en las cabeceras más grandes (The GuardianThe IndependentAl JazeeraPolitico…). No es tanto el ir como el poder volver al lugar donde se escribe la cara B de la historia. Eso dice siempre.

Es autor de Tierra adentro. Vida y muerte en la ruta libia hacia Europa (Libros del K.O., 2018) y, junto a David Meseguer, de Respirando fuego. En las entrañas de la lucha kurda por la supervivencia (Península, 2019).

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