‘La ciudad y sus muros inciertos’, de Haruki Murakami

SERGIO VARGAS.

Al igual que muchos de nosotros, en el confinamiento Haruki Murakami le echo un vistazo a su “yo interior” y decidió que era el momento de empezar su nueva novela.

La idea de una ciudad amurallada no era nueva ya la tenia en su mente cuando debutó hace décadas, pero en ese momento no se decidió a publicarla, en el periodo de pandemia la pulió y le dio nueva vida titulándola “La ciudad y sus muros inciertos “( Tusquets). Exactamente fue hace tres años, cuando por obra del espíritu santo reviso lo que tenia escrito, le parecía imperfecto y comenzó a reconstruirlo con todo su alma.

El escritor nipón comenta: “que debido al COVID se quedó mucho tiempo en casa y decidí sacar de un cajón mi obra medio acabada y reescribirla”. Comenzó a fraguarlo en Enero de 2020 y la concluyó en Diciembre de 2022, ya que se juntaron algunos elementos adversos. Además se unieron diversos factores devastadores como la guerra en Ucrania, las malditas redes sociales y el mundo sacudido, entonces la caja de Pandora se abrió y llegó el momento de pulsar la tecla.

Y el autor seguiría comentando: “ que en un momento tan delicado , se le ocurrió la idea de quedarse tras el muro o ir al otro lado del muro”

La novela tiene tres partes y ocupa 560 páginas.En una de esas partes el protagonista consigue trabajo como jefe de biblioteca y lector de sueños además empieza a tropezarse  con personajes misteriosos. Es importante  saber que para poder ir a la otra parte del muro tienes que tener determinación, exprimir todas tus fuerzas y creer en ellas. El autor nos invita a distinguir diversos tipos de muros, los conscientes y los inconscientes, lo real de lo irreal y los muros físicos como el de Berlín o el que separa a los israelíes de los palestinos.

La legión de seguidores del escritor japonés se pondrán las botas ya que encontrarán en su nueva obra lo que piden: pasajes oníricos, prosa a buen ritmo, símbolos misteriosos, adolescencia en plena ebullición y la magia en cualquier esquina.

Por supuesto que una de las influencias del autor nacido en Kioto es Kafka, como vemos reflejado en esos mundos de los vivos y los muertos, pero creo que se decanta más   a lo denominado “realismo mágico” sin llegar al magnetismo verbal de la obra de Gabriel Garcia Márquez.

Y es que las historias dé  Murakami son más imprecisas, inmaduras, redundantes y demasiado plásticas, ensoñadoras, fluidas para que la confundamos con una prosa de segunda división.

“La ciudad y sus muros inciertos” es una celebración para sus seguidores y tal vez un sopor para los que leyeron su novela anterior.

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