Moguer con vino y poesía
ESPAÑA EN SORDINA
MOGUER CON VINO Y POESÍA
Juan Ramón habla mucho de la Calle Nueva de Moguer en “Platero y yo”. Ahora se llama calle Juna Ramón Jiménez. En una casa pasó su infancia y juventud. En ella montaron la Casa Museo de Zenobia y Juan Ramón.
Juan Ramón le habla de su calle a Platero. El burro delicioso es la mejor creación del poeta. Mejor que esas obras abstractas y frías de sus últimos años, donde pretendía hacer mística a base de conceptos.
Eran mucho más sugestivas las obras simbolistas y neorrománticas de sus primeras épocas. En la línea de sombra intensa de Bécquer y de Antonio Machado. Para mí el que dijo “no la toques ya más, que así es la rosa” se tocó demasiado a sí mismo.
Pero Platero es una creación genial. Y dan ganas de pasearse otra vez con ese burro sutil y deslumbrado que él dejó. Juan Ramón le cuenta como pasaban los gitanos por su calle con su aire misterioso.
Como pasaban músicos y caballos. Como llegaba el vecino de enfrente, un dulcero de Sevilla con sus botas de cabritilla. Y desde su balcón soñaba con la pimienta y los gorriones en el tejado de su vecino.
Toda esa infancia genial (de genus, de generar) la puso en sus mejores libros. Y en las mejores páginas de “Platero y yo”. Por eso me encantaba pasear por las habitaciones, algunas en sombra genial, de la casa de Zenobia y Juan Ramón.
Preguntamos en una taberna (al menos parecía una taberna) si podíamos tomar vino tinto. Y un tipo musulmán me contestó furioso: Esto no es una crama. Yo no sé lo que es una “crama”. Pero aquello me parecía una taberna. Y en España se toma vino tinto genial. Y me gusta mucho el vino tinto con jamón.
Vale, hombre, está muy bien eso de respetar las culturas, pero respeta tú la mía. Y ser tolerante no significa ser masoquista. En España se disfruta vino y jamón. Y no vas a venir tú a gritarme porque te pido vino tinto en España.
En Moguer pasó una infancia genial Juan Ramón Jiménez. Y por sus calles paseaba con Platero. El burro más genial y más sugerente de la literatura. Fue una creación más viva y sutil que esas abstracciones finales de Juan Ramón.
Me gustaba ir por las calles de Moguer con el burro más sabio de España. Y pedir vino tinto en una taberna de España.
ANTONIO COSTA GÓMEZ
FOTO: CONSUELO DE ARCO