Sergio Vargas.
En su nueva novela “La vida feliz”( Alfaguara), después de la no muy acertada “Número dos”(Alfaguara), el escritor parisino, se hace una serie de preguntas existenciales sobre la posibilidad de cambiar el curso de su propia vida y así mejorarla.
El protagonista Éric, se encuentra por casualidad en Facebook con una antigua compañera de instituto, Amelie, que trabaja en el gobierno, le pide a Eric que trabaje para ella. Realizarán un viaje profesional a Seúl donde todo empieza a trastocarse.
La obra, tiene tintes “macronistas”, las misiones de ambos son de carácter político, como el presidente francés intentan crear nuevos puestos de trabajo para Francia y así conseguirán alinearse con el gigante electrónico coreano. Pero al igual que Macron sus políticas serán decepcionantes.
La historia, es original pero la forma en que está escrita no lo es tanto, tiene páginas en estado de gracia pero hay otras cuya temática nos saca de la lectura, a lo mejor Foenkinos debería dejar de leer al maestro Houellebecq.
El retrato sociológico de la novela tengo la impresión de haberlo leído millones de veces.
Por otro lado la historia divierte a pesar de sus frases y escenas cliché. Siempre es esperanzador encontrarse a un tipo sobre el que nadie apuesta y que consigue renacer teniendo éxito, todo envuelto en un aire de suspenso y algún que otro giro foenkiano y bajo los cimientos de una obra bien construida. Un libro que no inquieta en demasía pero que entretiene y mucho.