Sergio Vargas.
Haruki Murakami, tiene un último libro sobre su afición por el jazz, se llama Retratos de Jazz (Tusquets). Un volumen, que recoge una buena cantidad de semblanzas sobre figuras emblemáticas de la historia del jazz. Género que el nipón siempre ha apreciado, ya que regentó un popular local en Tokio en los años 70. Muchas de sus famosas novelas manan de la escucha de un buen disco de jazz.
Los retratos vienen acompañados de una ilustración por parte del artista japonés Makoto, mientras el galardonado con el príncipe de Asturias elabora pequeñas y delicadas historias, pedazos de su memoria, recomendaciones a la hora de escucharlos, frescos brochazos para describir a un artista y un momento.
Así recorrerán las páginas: Billie Holiday, Duke Ellington, Ella Fitzgerald y un sinfín más.
“Le pido al lector que sea comprensivo con mi punto de vista, en caso de no compartirlo, y que no le dé mayor importancia de la que merece, que es escasa, porque mi principal propósito como melómano es divertirme escuchando música y pasarlo bien escribiendo unas líneas acerca de eso que tanto me gusta», aclara el propio Murakami en un breve prefacio.
Como conclusión, la obra es perfecta para leerla con los cascos puestos mientras rindes un homenaje a unos músicos imprescindibles que dejaron una marca imborrable en la cultura del siglo XX. Hay muy pocas cosas tan libres y sublimes como el jazz en este mundo