El FILBA tiende un puente de palabras entre las orillas del Río de la Plata

Por Ángel Domingo.

La capital argentina transpira literatura por todos sus poros, ya se cobren estos apariencia de cafés o de parques. Y más durante estos días, del 1 al 5 de septiembre, que acoge la segunda edición del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires. El FILBA, según sus promotores, “aspira a convertirse en un faro de cultura que vincule al público con la literatura, convocando a escritores reconocidos por su calidad literaria y compromiso social, y a aquellos que tienen un futuro promisorio en el mundo de la literatura. Busca promover y generar cruces interdisciplinarios entre la literatura, el cine, la música, la pintura y otras expresiones artísticas”.

El foco de esta edición ilumina la orilla celeste del país vecino, poniendo el acento tanto en el descubrimiento de nuevos narradores (Alejandro Ferreiro, Ercole Lissardi y Felipe Polleri) como en la relectura de los consagrados. (Juan Carlos Onetti, Marosa di Giorgio y Mario Levrero). Además, La Librería de Proa, con vistas al Río de la Plata, será sede de la Feria de las dos orillas, donde se  expondrán y venderán obras de escritores uruguayos, junto a una muestra de revistas y libros de la otra margen.

“Desde su independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata hasta nuestros días, la literatura producida en la República Oriental del Uruguay ha dado muestras de una vitalidad y de un dinamismo inédito para una nación de tan pequeñas dimensiones geográficas –explica el programa-. En esta sección, y a través de una variedad de formas, FILBA propone ahondar en el interés por las manifestaciones literarias y culturales de aquel país, además de intentar establecer puntos de contacto y de divergencia con la literatura argentina y con las del resto del continente y del mundo”.

El francés Marc Augé hablará de literatura y antropología en la charla inaugural, en la cual, como explicó durante la rueda de prensa de presentación recogida en el blog oficial, tratará “diferentes nociones como la de sobremodernidad, que observa una aceleración de la historia y un desarrollo de los medios tecnológicos, y los instrumentos de comunicación en relación con el problema de la escritura. Los escritores de hoy en día no escriben como antes, incluso desde la manera material. Cambia el contexto de su intervención. Entiendo que el desarrollo de los medios de comunicación es también objeto de reflexión para los escritores en general y es un problema específico para el antropólogo porque tiene que ver con los dos componentes esenciales de la simbolización: el espacio y el tiempo. Ya no tenemos la misma relación con el espacio ni con el tiempo como la que teníamos: podemos reflexionar a propósito de eso”.

El autor de Elogio de la bicicleta abrirá el ciclo ‘Cultura contemporánea’, que recoge los cambios que las transformaciones tecnológicas han producido en la sociedad y que resuenan visiblemente en la confección y difusión de los hechos culturales. En este contexto, Josefina Ludmer, especialista en literatura latinoamericana, y el crítico Dardo Scavino dialogarán sobre ‘Las literaturas nacionales en la encrucijada global’ mientras que 
Teixeira Coelho y Néstor García Canclini probarán a responder una cuestión tan peliaguda como ‘¿Puede haber todavía creatividad en las políticas culturales?’.

Amplia propuesta

La sección ‘Plurilingua’, en el marco de ‘Tinta activa’, pondrá en contacto al público con escritores consagrados de diferentes orígenes y lenguas que, además de leer fragmentos de sus propias obras, se referirán a las maneras en que encaran su producción y a aquellos temas que los desvelan y obesionan como sujetos creativos. Pasarán por este foro Peter Adolphsen, Tilman Rammstedt, Dimitri Verhulst, Gabi Martínez, Juan Terranova, Diego Trelles Paz, Gabriela Cabezón Cámara, Roberto Echavarren, Arnon Grunberg, Martín Caparrós, Cristian Alarcón, Luiz Ruffato, Tomás de Mattos, Juan Martini y Manuel Rivas.

La palabra abandonará la jaula de oro impresa y se fugará del cartoné para volver a su forma primigenia. Recitales, performances, lecturas y proyecciones conforman una programación alternativa que nos recuerda que “la literatura, encerrada durante siglos en los libros y en la lectura silenciosa, tiene sus orígenes en la transmisión oral, el aire libre, la itinerancia y las amplias audiencias. En la actualidad la literatura también busca conexión con la música, la actuación, la puesta en escena, el espectáculo. La palabra escrita reelabora su origen oral a partir de nuevas propuestas que integran ahora el lenguaje audiovisual”.

Y la parte más creativa, si es posible, encontrará su hueco en los talleres dedicados al arte de contar cuentos, la creación literaria y la poesía.  Una ambiciosa propuesta repartida entre Malba – Fundación Costantini, Villa Ocampo y librerías como Eterna Cadencia, Boutique del libro, Clásica & Moderna y Fedro.

La primera edición, en 2008, se saldó con más de cinco mil visitantes en cinco días, con la participación de 20 embajadas e institutos culturales de diversos países de América y Europa, además de editoriales y universidades y la presencia de 26 autores provenientes de 14 países. Todo un festín en el que el antropólogo galo, recuerda que “el escritor necesita por lo menos un lector, de manera ejemplar la relación entre el escritor y el lector es una relación social simbólica”.

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