“Linda Vista”, irónica y emotiva travesía sexual de un hombre entre tres mujeres

Por Horacio Otheguy Riveira

Con fracasos importantes en su haber, Mortimer Wheeler emprende nueva vida en un apartamento con vista a un trozo de mar entre rascacielos. Linda vista es el nombre del edificio residencial con piscina, a la que Wheeler no va, “porque me intimida”. En largo y doloroso trámite de divorcio, con un hijo adolescente con el que no se comunica ni parece que vaya a hacerlo nunca, quien fuera un fotógrafo que no se aprecia a sí mismo, busca una nueva oportunidad entre diversas mujeres, comportándose de distintas maneras: caprichoso adolescente que oscila entre la generosidad, el cinismo y la pura desolación de un hombre de cincuenta tacos que avanza a tientas en busca de esperanza.

Con un ritmo de comedia bien logrado, es este el drama menos tortuoso del dramaturgo Tracy Letts (1), en estupenda versión española de Bernabé Rico con una feliz reaparición de Toni Cantó a través de un personaje tan contradictorio como interesante, a la altura del que interpretara en El pez gordo, de Roger Rueff, en 2009, junto a Helio Pedregal y el ahora productor y traductor Bernabé Rico, los tres en inolvidable interpretación. Como entonces, Cantó se entrega con muy buenos recursos a un personaje que abruma por su inmadurez con ráfagas de cinismo, embarcado sin quererlo en unas sensaciones de joven en crisis cuando ya está en el medio siglo. En su camino, las mujeres resultan clave. Si le pisa los talones un divorcio que no cuaja del todo, dos muy diferentes aparecerán en su vida para descubrirle aspectos simpáticos, deplorables, generosos e ilusionadores, en cada caso situaciones teatrales forjadas con eficaz tensión dramática y a menudo buen sentido del humor. Y una tercera muy prometedora anuncia un nuevo cambio. Son féminas muy distintas y en sus brazos, la pasión sexual se muestra con diversos grados de satisfacción.

El placer sexual como una búsqueda incesante de amor, entre la diversión y cruce de emociones. (Toni Cantó, Ruth Gabriel).
Una joven desamparada llega con fantásticas sorpresas, no siempre felices, a un cincuentón en busca de la felicidad. (Nuria Herrero, Toni Cantó).

La exuberante sexualidad presente en la obra se exhibe en dos escenas tratadas con encantadora espontaneidad teatral, es decir, la que se logra después de muchos ensayos hasta encontrar el punto justo que no ofenda a los más susceptibles y divierta a los más osados. El reparto resulta óptimo en estas delicadas secuencias en un teatro con espectadores muy cercanos al escenario. Ruth Gabriel aporta una gran sensibilidad al encarnar al personaje más vulnerable en una gran escena erótica, vestida y semidesnudada con singular talento por el diseñador Pier Paolo Alvaro; la voz y el movimiento de la actriz logran también la necesaria textura poética en situaciones posteriores cargadas de emotividad.

Almudena Cid tiene su buen comienzo de tía-buena de la que los hombres hablan y remiran hasta el hartazgo, y luego aborda una estupenda segunda parte de mujer respetada, capaz de dar una vuelta de tuerca a la vida de su nuevo amigo. Y Nuria Herrero entusiasma con una creación sumamente atractiva en la piel de una joven que se hace llamar Minnie, superviviente con  mansa actitud de dibujo animado y oculto carácter de loba.

Además hay amigos singulares, resignados a un matrimonio en decadencia, y un jefe entrado en años, aún dependiente de su madre y de morbosas obsesiones sexuales. Los tres en notable interpretación de Emilio Buale, Ylenia Baglietto y Alfonso Delgado, respectivamente. La dirección de José Pascual desarrolla su puesta en escena como si se tratase de una brillante comedia de enredo, sin descuidar en ningún momento la profundidad del teatro realista, cargado de sugerencias, propio del autor.

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(1) Tracy Letts es dramaturgo, actor y miembro de la compañía de teatro Steppenwolf. Recibió los premios Pulitzer y Tony por su aclamada obra AgostoCondado de Osange, también llevada a escena en el Centro Dramático Nacional por Gerardo Vera en la temporada 2011-2012, última actuación de Amparo Baró (1937-2015)  y por el Teatre Nacional de Catalunya, dirigida por Sergi Belbel, con Anna Lizaran (1944-2013).

Ver también:

Tracy Letts, actor en Nueva York, por Luigi de Angelis

Teatro en el cine: Killer Joe, por Horacio Otheguy

“Agosto” en el cine, por Olmedo López-Amor

Linda Vista por Ana Riera

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Autor: Tracy Letts

Versión: Bernabé Rico 

Dirección: José Pascual

Intérpretes: Toni Cantó, Ruth Gabriel, Nuria Herrero, Emilio Buale, Almudena Cid, Ylenia Baglietto, Alfonso Delgado

Escenografía: Curt Allen Wilmer 
Iluminación: José Manuel Guerra

Vestuario: Pier Paolo Alvaro

Música: Luis Delgado

Producción ejecutiva: Bernabé Rico 
Una producción de TALYCUAL

Teatro Valle Inclán. Sala Francisco Nieva. Del 11 al 27 de enero 2019.

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