Natalia Huarte en una nueva versión de «Psicosis 4:48», la obra póstuma de Sarah Kane

Horacio Otheguy Riveira.

Poco después de terminar el texto de esta intensa denuncia del estado de cautividad en el tratamiento de un estado psicótico, la británica Sarah Kane, hizo del severo testimonio una crítica que selló con su propia vida al intentar suicidarse dos veces en el propio hospital, la segunda con éxito.

Con una producción muy interesante, es esta pieza la más representada, entre otros motivos plausiblemente escénicos, tiene unas características testimoniales hoy muy debatidas: los efectos catastróficos del exceso de psicofármacos, y las contradicciones de los especialistas en Psiquiatría. Todo ello en un contexto de poética singular, propia de esta dramaturga que en varias ocasiones también dirigió sus obras.

En Madrid tuvimos al menos dos ocasiones de verla representada: en 2010 con Beatriz Argüello, dirigida por Carlos Aladro. Y en 2021 (largo recorrido desde 2017 en Barcelona), Anna Alarcón con puesta en escena, también póstuma, de Moisés Maicas.

Ahora, esta nueva puesta en escena tiene un aliciente primordial: sus potentes creadoras pertenecen al sexo femenino, como la autora. Un universo femenino que encadena emociones singulares, ya que en general la pieza ha sido dirigida por hombres, tanto en España como en el extranjero, en casi todas las representaciones internacionales, destacando una cierta compasión ante las vicisitudes del personaje, cuando en realidad es un monólogo cargado de muchas sensaciones y variados sentimientos siempre críticos ante la sociedad médica desde el punto de vista de una mujer diagnosticada de diferentes maneras que desembocaron en el sambenito de psicótica, sin apenas solución de continuidad.

 

Luz Arcas, directora. Natalia Huarte, actriz. Ambas con notable trayectoria en espectáculos muy valiosos.

 

Sarah Kane, en uno de los camerinos de sus montajes, conversando con un periodista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Extracto de una conferencia impartida por Sarah Kane a un grupo de estudiantes de teatro en noviembre de 1998:

«¿En que estás trabajando actualmente?

Estoy escribiendo una obra de teatro llamada 4.48 psicosis. Ofrece similitudes con Manque (Crave), aunque es diferente. La obra trata sobre un colapso psicótico y lo que le sucede a la mente de una persona cuando desaparecen por completo las barreras que distinguen la realidad de varias formas de imaginación. Tanto es así que ya no sabes la diferencia entre tu vida de vigilia y tu vida de ensueño.
Además, ya no sabes, lo que es muy interesante en la psicosis, ya no sabes dónde (tú) te detienes y dónde comienza el mundo. Entonces, por ejemplo, si fuera psicótico, literalmente no podría notar la diferencia entre esta mesa, yo y Dan (su interlocutor). Todo sería parte de un continuo. Y varios límites comienzan a desmoronarse. Formalmente, también estoy tratando de romper algunos límites, para continuar haciendo que la forma y el contenido sean uno.
Lo cual resulta extremadamente difícil y no le voy a decir a nadie cómo lo hago. (…) Lo que pude empezar con Manque , lo empujo un poco más aquí. Y para mí se dibuja una línea muy clara que parte de Anéantis (Blasted), pasando por L’Amour de Phèdre (El amor de Phaedra), para culminar en Purifiés (Limpiado)Lack (Anhelar) y esta última pieza. A dónde iré después, no estoy segura».

Poco después de terminar estar obra, Sarah Kane tomó 150 antidepresivos y 50 somníferos, pero la encontraron a tiempo y la ingresaron en el hospital. Unos días después, se ahorcó en el baño. Acababa de cumplir 28 años.

Sarah Kane fotografiada por Simon Annand, uno de los mayores fotógrafos del teatro británico.

NOTA DE PRODUCCIÓN:

En Psicosis 4.48, Sarah Kane nos enfrenta a la realidad de la depresión, al estado psicótico, al desamor y a la inadaptación social, yendo aún más lejos en la exploración formal y poética de los límites dramáticos. La autora pasa de la esfera sentimental a la política, haciendo una reflexión profunda sobre el mal como parte esencial de la condición humana, de la que ella tampoco pretende salvarse, dominada por los sentimientos de culpa y autocastigo. El montaje tiene la intención de potenciar la actualidad y la atemporalidad de la autora, ahora que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los adolescentes. Pero también se desvelan temas transversales como la adicción a los fármacos en una sociedad en la que se multiplican las patologías, o la dictadura de la indiferencia como normalidad, armadura sentimental ante la sobredosis de información que nos muestra sin pudor la desigualdad y la violencia que gobiernan el mundo.

De: Sarah Kane

Traducción: Eva Varela Lasheras

Dirección: Luz Arcas – La Phármaco 

CON Natalia Huarte

EQUIPO ARTÍSTICO

Diseño de iluminación Jorge Colomer

Diseño de escenografía Pablo Chaves

Diseño de espacio sonoro Adrián Foulkes

Ayudante de dirección Javier L. Patiño

Asistencia artística Victoria Aime

Residente de ayudantía de dirección Cristina Hermida

Una coproducción del Teatro Español y La Phármaco.

TEATRO ESPAÑOL. SALA MARGARITA XIRGU. DEL 7 DE JUNIO AL 7 DE JULIO 2023

 

 

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