Al habla con José Daniel Espejo, autor de ‘Perro fantasma’

PILAR M. MANZANARES.

Tras su elogiado poemario Los lagos de Norteamérica, José Daniel Espejo, vuelve a la poesía con Perro fantasma. Unos versos polifónicos en los que, con desgarro y total honestidad, nos deja ver sus heridas: desde las emocionales hasta las inducidas por la medicación, pasando por sus propias crisis sociales, económicas y familiares.

  • ¿Por qué un poemario como Perro fantasma?

No sabría decir un por qué, ni de este ni del resto de mis libros. No tienen causa. Sus formas me las trae el olfato, para bien o para mal. Sabía que quería huir de las hechuras autobiográficas puras de ‘Los lagos de Norteamérica’, mi anterior poemario. Pero poco más.

  • ¿Qué encontrará el lector en esta obra?

‘Perro fantasma’ es un viaje por el submundo de la exclusión social y la marginación. Es una obra coral en la que cada poema surge de una voz distinta, como una pequeña ventana a su vida. Algunas de esas voces dialogan también, como tejiendo una red en la que espero que el lector acabe cayendo.

  • ¿Cuál es su punto fuerte?

Creo que este libro mueve la cámara y enfoca realidades poco representadas en poesía española contemporánea. Ese sencillo movimiento, que tiene mucho de político obviamente, pone a esa vieja tecnología literaria tan poderosa que llamamos poesía a trabajar sobre materiales diferentes. Si tuviera que defender el libro ante un jurado, empezaría por ese rasgo.

  • ¿Qué pretendes evocar en el lector?

La sensación de formar parte. De una maquinaria socioeconómica centrífuga que expulsa a todo aquel que no disponga de un asidero privilegiado hacia los márgenes, hacia esa “vida en la cornisa” de que habla Yayo Herrero. No solo pueblan el libro yonquis y personas sin hogar, también hay voces que simplemente se han quedado solas, o que están cansadas y autoexplotadas, o que se desprecian a sí mismas y no saben identificar la fuente del odio. Ojalá que cada cual experimente una intemperie cercana al leer ‘Perro fantasma’.

  • ¿Cuánto tiempo te ha llevado terminar el poemario?

Mi proceso es lento, aunque nunca paro de producir, para armar un nuevo proyecto algo tiene que haber cambiado en mi forma de percibir el mundo, las preguntas que le hago han de ser diferentes. Desde el libro anterior han pasado cuatro años.

  • ¿Hay poemas guardados en el cajón que has decidido no incluir? O ¿Todo lo escrito está plasmado en estas páginas?

No hay ni un diez por ciento del material que he ido acumulando desde 2019 (y eso que este es con diferencia mi libro más largo). Un poemario es, en gran medida, lo rechazado.

  • ¿Qué es lo más complicado de la poesía?

La poesía es la forma más poderosa del lenguaje, y como tal es una buena cosa que sea complicada. Tal vez no esté de más la metáfora de un zahorí que encuentra agua subterránea en virtud de una percepción sutil. Uno que sabe, además, que todo pozo se seca en poco tiempo. Tratamos de convertir en palabras lo no dicho de tal modo que la tribu reconozca como suyas esas palabras nuevas. Todo el rato andamos dándonos de palos con el silencio, primero, y con nosotros mismos, después. Es facilísimo equivocarse.

  • ¿Por qué poesía y no prosa?

Leo y disfruto la prosa literaria, y me gano la vida produciendo prosa periodística (crítica política y cultural) en diversos medios. La diferencia entre esos mecanismos y los de la poesía es parecida a la que distingue una competición de natación en piscina cubierta y salir al mar, de pequeño, a intentar alcanzar a pura braza ese islote de enfrente mientras se hace de noche.

  • La precariedad, la familia, la salud mental y los barrios marginados desfilan en tus poemas ¿Siguen siendo algunos demás tabú?

Creo que en poesía contemporánea, con algunas bellísimas excepciones, son temas extravagantes. No es así en arte contemporáneo, o en fotografía, o incluso en el cine no comercial. Una de las cosas que más me gusta de esta ronda de entrevistas que acompañan al lanzamiento de ‘Perro fantasma’ es esta pregunta que me acabas de hacer, porque ¿por qué?

  • Por último ¿Hay próximo proyecto cerca?

Sigo escribiendo, como hago desde que era muy jovencico, y creo que voy a abandonar estos materiales con los que he armado los últimos cuatro proyectos, pero no sé nada más. Bueno, sí, sé que estoy lejísimos de la pista. Y sé, también, que no tengo prisa.

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