por Pedro Rodrigo | Ago 29, 2010 | Columnistas, El armario nº11, Más cultura
Por Paula Lapido. Recuerdo cuando los souvenirs más preciados que podían proporcionar los escritores recién muertos eran crujientes manuscritos inéditos escondidos en el fondo de los cajones de sus escritorios. No era necesario esperar a que el autor hubiera exhalado...