BETTER MAN

Por JUAN CARLOS VICENTE.  Era posible mejorar, me dije, modificar la existencia, el futuro que devoraba los días y las horas. Lo pensé con la carne encima de la carne, con la existencia aplastando la existencia. Y el silencio, el silencio de no oír los gritos, de ver...

LIMBOTHEQUE

Por JUAN CARLOS VICENTE. Era madrugada. Había vuelto de Tánger esa misma noche. Su trabajo era minimizar fallos en el organigrama laboral del grupo empresarial Luriè. Los hoteles de la zona africana adolecían de carencias típicas del envejecimiento paulatino del...

PASOS DE BAILE

Por JUAN CARLOS VICENTE. Llegué a la ciudad con el invierno. Me alojo en la parte más deprimida del extrarradio en una pensión regentada por un matrimonio de ancianos. — Con los años, el paisaje se ha vuelto desolador— me dice la anciana—. Solo hay basura, pobreza,...

LA CASA

Por JUAN CARLOS VICENTE. Compró la casa por su sentido trágico. Escuchaba a su mujer en el piso de arriba, en la habitación ocupándose del bebé. El sonido de sus pasos descendía por la escalera hasta el salón, las ruedas de la cuna girando y presionando la superficie...

LOS NIÑOS

Por JUAN CARLOS VICENTE. Descendieron por el talud que precedía al descampado. Lo que antes fue un solar, ahora mostraba construcciones fabricadas con restos de uralita y chapas de metal oxidado. Cartones y maderas, paneles de corcho desdentado con el que se aislaban...