La dulce mano de la Rosa Blanca (2010)

Por Alejandro Contreras.
 

En el local está actuando una banda de rock. Esa noche todos parecen muy animados menos Mark (Carlos Bahos), que está sólo y serio sentado en una mesa con cara de pocos amigos. En eso llega su novia Mary (Leocricia Sabán) a pedirle cuentas ya que tras su última pelea no le había cogido el teléfono. Ya con la luz del día regresa a casa y sigue recibiendo llamadas en su móvil que al mirarlo le hacen descuidar su conducción.

 

White Rose (Natasha Machuca) está jugando en el parque y al recibir un aviso para regresar a casa, coge su bicicleta y se dirige derecha hacia allí.

 

La vida de ambos se cruza en un puente.

 

La dulce mano de la rosa blanca (2010) es el cuarto cortometraje del guionista y del director italiano Davide Melini. Es además el segundo que rueda en Málaga tras The Puzzle (2008), ciudad donde estableció su residencia hace cuatro años. Además de sus proyectos personales ha trabajado como asistente de dirección en la serie Roma (2005) (TV), en el largometraje Baciami piccina (2006) de Roberto Cimpanelli y en La madre del mal (2007) del conocido director Dario Argento.

 

Aunque se ha rodado en Málaga y otras localizaciones de la provincia como Pinares de San Antón y Alhaurín de la Torre, y que los actores son españoles, el cortometraje se rodó en inglés aunque posteriormente se dobló al castellano y al italiano. En un lugar de tanta presencia de turistas y extranjeros residentes no nos extraña ver a los protagonistas de The Sweet Hand of the White Rose (2010), su nombre original, narrando sus historias en inglés.

 

Durante apenas 17 minutos Davide Melini nos presenta una historia que al principio se nos antoja como una historia de misterio o fantasía que termina siendo un relato dramático de una realidad demasiado frecuente.  Con un interesante punto de inflexión en el guión que sorprende a todo aquel que lo ve.

 

Un muy buen cortometraje, con un nivel técnico bastante aceptable y donde la música empasta perfectamente con los distintos tramos. La música como toda la post-producción se realizó en Roma (Italia).

 

Carlos Bahos a pesar de que sus líneas de diálogos son escasas consigue ser un gran vehículo para que a través de su interpretación vayamos conociendo la historia que hay detrás. Ojalá tenga más oportunidades para seguir mostrando su talento.

 

Fue finalista en la sección Videocreación del Festival de Málaga 2010 (13FMCE) como en más de otros 10 festivales en Estados Unidos, Italia, España e incluso Sudáfrica. En ese recorrido por festivales consiguió premios a su fotografía (CESUR en Cortos – España), menciones especiales como Tabloid Witch Awards (Estados Unidos) o el último premio especial Tiziano Berardinelli en el festival italiano Pectonarum Movies.

 

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