«Sótano»: alta tensión con Juan Codina y Víctor Clavijo
Por Horacio Otheguy Riveira
Un desconocido llama a la puerta de un chalet. Está furioso porque casi le atropella un coche. El dueño de casa le tranquiliza y le ofrece una cerveza, luego otra. Entre ambos, la historia de una mujer ausente cuyo drama irá creciendo hasta dominar todas las emociones de los hombres y de los espectadores que les rodean.
Los espectadores somos visitantes de un drama en espiral protagonizado por dos excelentes actores que se las ingenian para componer sus personajes creando una cuarta pared donde a priori resultaría imposible. Ni por un momento se les despista la mirada al público que les rodea, que está encima de ellos, porque las butacas forman parte del mismo salón donde transcurre la acción.
Todo sucede en la inquietante intimidad de una obra de Josep Benet i Jornet —uno de los grandes autores españoles con larga trayectoria en Cataluña (muy poco representado en Madrid, Motín de brujas, La plaza del diamante…)— que se desarrolla con la precisión de un policiaco extremadamente preciso, entre diálogos que conforman un inquietante proceso que va de la información de datos concretos al inquietante ejercicio de la violencia como uno de los misterios —por momentos terroríficos— de las tensiones sexuales.
Entre estos hombres existe un tercer personaje del que se habla todo el tiempo, pero nunca aparece en escena: una mujer cuya personalidad y comportamiento va creciendo hasta que nos parece tenerla delante, vestida y desnuda, seduciendo y seducida, probando padecimientos ajenos para ver si es posible liberarse del suyo propio: amores despiadados, profesiones extrañas, igualmente crueles, a ratos generosas…
Alta tensión constante y hacia arriba, sin descanso, en una obra breve cuya riqueza expresiva resulta admirable y cuyos datos argumentales no conviene desvelar.
El actor Israel Elejalde (hasta el 22 de junio en el Español con Misántropo) dirige a Victor Clavijo (Carnaval, Llueve sobre Barcelona…) y Juan Codina (En la luna, Ejecución hipotecaria…) y entre los tres se confabulan para una creación que supera la anterior puesta en escena en la que Israel interpretaba al visitante junto a Ramón Langa, dirigidos por Xavier Albertí, quien estrenó la función en Barcelona y luego la montó en Buenos Aires.
Para quienes la conozcan verán aquí otra obra, por la sencilla razón de que la intimidad del pequeño teatro genera en el espectador una emoción completamente distinta a la de una sala convencional. Las características físicas y los estilos de interpretación de estos actores transforma el apabullante suspense en un drama que se comparte como si formáramos parte de la trama y quedáramos atrapados en el inesperado final.
Al comienzo de la representación se escucha la canción de José María Fonollosa y Albert Pla, Sufre como yo, cantada por este último en un estilo susurrado con un tono de voz andrógino. Su letra e interpretación introducen en la temible espiral de Sótano.
Se escucha en la oscuridad, y se queda para siempre.
Yo quiero que tú sufras lo que yo sufro
y aprenderé a rezar para lograrlo
yo quiero que te sientas tan inútil
como un vaso sin whisky entre las manos
y que sientas en tu pecho
el corazón
como si fuera de otro
y te doliera.
Yo te deseo la muerte
donde tú estés
y aprenderé a rezar para lograrlo
Yo quiero que tú sufras
lo que yo sufro
y aprenderé a rezar
para lograrlo
Sótano
Autor: Josep Benet i Jornet
Director: Israel Elejalde
Ayudante de dirección: Toni García
Intérpretes: Juan Codina y Víctor Clavijo
Sonido: Sandra Vicente
Lugar: La pensión de las pulgas
Fechas: Hasta el 18 de junio 2014. Lunes, martes y miércoles a las 20 horas.
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