Sófocles presenta a Filoctetes en Mérida: un antihéroe de nuestro tiempo

Por Horacio Otheguy Riveira

Pedro Casablanc y Félix Gómez asumen con éxito el reto de un duelo entre grandes personajes mitológicos, resurgentes en el teatro griego a la vejez de Sófocles (496-406 a.C.), y lo hacen en versión actual de Jordi Casanovas (Yo, Feuerbach; Idiota). Una tragedia de hoy que funde con notable elegancia la energía de un poeta de hace 2500 años con la brutalidad de los artífices atemporales de las malditas guerras.

En el gran escenario meridense, dos protagonistas de fuste para una obra de solo cuatro personajes habitados por la pasión de sobrevivir en tiempos de guerra. Pedro Casablanc y Félix Gómez, detrás: Samuel Viyuela y Pepe Viyuela. (Fotografía: Bitó Producciones)

Abandonado malherido, Filoctetes envejece a lo largo de 10 años en la isla de Lemnos, triste, solitario y final, sin escapatoria,,, pero poseedor de una poderosa arma letal: un arco que ansían arrebatarle con malas artes, a través del hijo de Aquiles, Neoptólemo, un joven bienintencionado a quien obligan a embaucar a Filoctetes, mas al ver su propia victoria sobre un hombre desamparado, conmovido como un niño ante la mano tendida de una inesperada amistad, se arrepiente y le cuenta la verdad. De tal modo se desencadenan pasiones encontradas que acabarán a la antigua usanza con la irrupción de un hombre-dios como Hércules que determina el orden universal de la guerra ordenando lo que los hombres cumplirán sin vuelta atrás en un inevitable círculo de fuego.

Espectáculo intimista y dialéctico que encaja adecuadamente en el ambiente del Teatro Romano de Mérida (con capacidad para 3000 personas) con logradas interpretaciones sobre las que descansa la inquietante trama, logrando una buena atmósfera a base de las caracterizaciones creadas por Lolita Gómez, con unos protagonistas casi irreconocibles sobre los cuales se basa el mayor interés de la representación. Acompañan a Pedro Casablanc y Félix Gómez, un perverso Ulises de traje y corbata en plan agente de la CIA, en manos de Pepe Viyuela, mientras su hijo Samuel Viyuela apenas destaca por la brevedad de sus apariciones (mejor suerte disfrutaron ambos recientemente en El burlador de Sevilla). Y el excelente coro compuesto por siete actrices-bailarinas que dominan el espacio con vibrante participación que aúna femenino encanto con el exasperado drama de mujeres fantasmales, atrapadas en el infierno de sociedades patriarcales totalitarias.

La escenografía de Paco Azorín tiene el influjo poético preciso, bien entendido por las luces de Pau Fullana: juntos, escenógrafo e iluminador logran un clímax envolvente que enriquece y mejora un texto siempre a punto de excederse en reiterativos monólogos. La puesta en escena de Antonio Simón convence por su eficaz ritmo y esencial minimalismo interpretativo que comparte esplendor con la modernidad de proyecciones visuales muy significativas. Así, palabra e imagen construyen felizmente —valga la paradoja— una auténtica tragedia de nuestro tiempo coronada por la voz de Hércules, fugaz impronta del gran Miguel Rellán en un epílogo impactante.

El agónico anciano Filoctetes confía en el joven Neoptólemo. Gran trabajo de Pedro Casablanc y Félix Gómez entre encuentros y desencuentros en busca de la verdad, de la libertad, de la paz. (Foto: Jero Morales/Festival de Mérida).
Pepe Viyuela es Ulises en una escena «camuflada». Ha dejado su traje y corbata de ejecutivo peligroso para disfrazarse de un mero soldado y engañar mejor a Filoctetes. (Foto: Jero Morales/Festival de Mérida).
El coro femenino, siete hermosos y bravíos seres desposeídos de buena fortuna en la Isla de Lemnos, clamando justicia. (Foto: Jero Morales/Festival de Mérida).

 

Es una obra poética de gran intriga, y donde no hay sangre. Ni una gota de sangre aunque sea una tragedia. Pretendo hacer resonar en el público de hoy el lamento ético de Filoctetes que ve cómo los corruptos, depravados y mediocres, obtienen todo y los mejores mueren en la guerra o son excluidos de los círculos de poder. (Antonio Simón)

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Con este montaje, regresa a la escena de Mérida Pedro Casablanc, que en 2009 participó en Edipo, una trilogía. También Pepe Viyuela, que será su sexta interpretación sobre la arena emeritense, la última con Las Ranas en 2014. También será la segunda vez de Félix Gómez, que se estrenó hace dos años encarnando a Alejandro Magno. Se estrenan sin embargo, Samuel Viyuela, y el propio director del espectáculo, Antonio Simón.
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(Foto: Jero Morales/Festival de Mérida)

 

FILOCTETES

Autor: Sófocles
Versión: Jordi Casanovas
Dramaturgia: Jordi Casanovas y Antonio Simón
Dirección: Antonio Simón
Intérpretes: Pedro Casablanc, Pepe Viyuela, Félix Gómez, Samuel Viyuela
Coro: Arantxa Aranguren, Sandra Arpa, Marina Esteve, María Herrero, Sara Illán, Nahia Laiz, Mónica Portillo
Figurantes: Román Sanguino, Cachichi
Coreografía: Moreno Bernardi
Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Sandra Espinosa
Iluminación: Pau Fullana
Música y canto coral: Lucas Ariel
Diseño audiovisual: Pedro Chamizo
Ayudante de dirección: Gerard Iravedra
Producción ejecutiva: Nadia Corral
Dirección de producción: Josep Domènech

Una producción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Bitó Producciones
64 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida 2018. Del 25 al 29 de julio 2018

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