‘La extrañeza de la lluvia’, de Mayte Blasco

ARÁNZAZU GORDILLO.

Imaginen un lugar donde la lluvia es un hecho insólito. En ese lugar, una mañana cualquiera, y después de casi dos años sin hacerlo, irrumpe la lluvia. Desde el otro lado del cristal, un hombre observa cómo un pájaro se resguarda en el alféizar de la ventana y piensa que, con toda probabilidad, ese pájaro se esté resguardando de esa lluvia extraña por primera vez en su vida, y piensa también que seguramente sea la última que lo haga.

«La lluvia arrastra sus lágrimas por las ventanas con una pesadumbre densa. Él, sin embargo, siente la felicidad de la lluvia como un regalo. […] Su coche eléctrico avanza silencioso por la amplia avenida. Solo el ruido seco del limpiaparabrisas quebranta la paz en el interior del automóvil. Afuera, los coches deambulan empapados bajo el hermetismo mudo de sus motores eléctricos.»

La extrañeza de la lluvia (Editorial MaLuma, 2021) es la nueva novela de la escritora Mayte Blasco. En ella, la autora narra la historia de una familia adinerada que trata de hacer frente al posible cierre, por incumplimiento de una exigente normativa medioambiental, de la fábrica que dirigen. El Gobierno está cerrando todas aquellas empresas que no cumplen las medidas exigidas para reducir el impacto medioambiental y la fábrica de Mauro y Greta se encuentra en el punto de mira. Las relaciones entre los distintos miembros de la familia empeoran al tiempo que aumentan los problemas políticos, sociales y ecológicos de un país convulso en el que la cuestión del Medio Ambiente se convierte en el arma arrojadiza de las pugnas políticas.

Con un estilo sobrio y contundente, Blasco construye una historia sórdida sobre las vidas de los protagonistas al tiempo en el que pone el foco en temas como el medioambiente, la corrupción o la homosexualidad. De hecho, explica la autora que uno de los motivos de esta novela es poder exteriorizar sus miedos y preocupaciones respecto al cambio climático. Y señala también que el motivo por el que no ha centrado la historia en un país o ciudad concretos no es otro que hacer énfasis en la universalidad del problema. No en vano, la autora cree que esta es una distopia demasiado cercana.

Blasco escribe con el estilo fotográfico propio de los guiones cinematográficos y es que, a lo largo del texto, nos encontramos fragmentos con un certero contenido visual. Las escenas están detalladas con una prosa cirujana y es fácil trasladarse a ese mundo no tan lejano que nos presenta.

Gracias a la afilada escritura de la autora y la ausencia absoluta de florituras literarias a lo largo de sus siete capítulos, la distopia se convierte en una posibilidad real y amenazante que nos sumirá en una sensación de continua claustrofobia a lo largo de la lectura. Un gran libro para despertar conciencias y agitarnos la mente.

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