El ojo privado que acecha tras la máscara

Portada de The Private Eye (Gigamesh)

El equipo formado por Brian K.Vaughan (Guión), Marcos Martín (Dibujo) y Muntsa Vicente (Color) crearon hace algún tiempo una obra que ha terminado convirtiéndose en uno de los ejemplos del cómic negro actual. Una obra dinámica, comercial y rupturista que atiende a los gustos actuales donde algunos elementos clásicos del sector se transforman levemente para generar una atmósfera innovadora.

El planteamiento de la obra es claramente distópico, aunque la clásica catástrofe identificativa de la crisis está muy matizada. Ello es así, puesto que la catarsis está generada virtualmente. Dicho fenómeno entronca con uno de los miedos principales de la sociedad actual: la identidad virtual. Esto es, si toda la información que circula por internet sobre nuestras búsquedas, sobre nuestros correos, sobre aquellos videos de los que nos avergonzamos, etc. Esta enorme cantidad de información sobre cada uno de nosotros podría llegar a hacerse pública en algún momento. En tal caso, ¿qué sucedería? ¿qué haríamos como sociedad?

Todo este fenómeno de “transparencia” social es la premisa básica de la obra de Vaughan. En este sentido, el cómic se adentra en uno de los pensamientos más impactantes del pensador coreano Byung-Chul Han. Este pensado, en su breve obra La sociedad de la transparencia, nos alertó de los problemas de esta transparencia y de la necesidad de dejar en la oscuridad parte del mundo de la vida e, incluso, de otros procesos sociales como la política (entre otros). Pues bien, el cómic, como digo, plantea que esa sociedad de la transparencia finalmente se materializa. Ante esto, la sociedad realiza una reacción inusitada de rechazo al mundo virtual y a Internet.

A su vez, todo este rechazo a lo virtual se complementa con una vida social avergonzada. Las personas conviven con los demás enmascarados, avergonzados de poder ser reconocidos, ocultando su identidad constantemente. Una especie de regusto de un carnaval social sin tránsito y, por ende, sin purificación. En esta situación, donde todo el mundo oculta su rostro, es relativamente sencillo que alguien pueda llegar a realizar algún tipo de ajusticiamiento. Y, claro, ocurre.

La parte relacionada con el espionaje está centrada en un personaje un tanto peculiar. Un paparazzi, cuyo nombre en clave es P.I., que logra obtener información donde otros fracasan. Curiosamente, su manera de actuar dista de estar cerca del cómic negro y está cerca de una novela para jóvenes. Este hecho, además, se une a una narración visual también muy nítida y juvenil. Marcos Martín nos plantea una obra con viñetas amplias, con colores intensos y con pocas sombras (o, por lo menos, bastantes reducidas). Esto hace que, como digo, la obra se mueva entre un cómic negro y un cómic adolescente. No es ni lo uno, ni lo otro. Posiblemente la razón de ello estribe en que es un trabajo diseñado para una plataforma virtual, donde los principales consumidores no son personas de edad.

Estamos, por lo tanto, ante un trabajo que diluye algunas categorías en el cómic, muy al estilo posmoderno. Un cómic fragmentario que conserva la lógica interna, convirtiéndolo en una obra dinámica, ágil y entretenida. La trama está confeccionada de tal manera que resulte atrayente y deje al lector pegado a la obra. Sin embargo, pese a haber recibido un Eisner y un Harvey, no es una obra que deje huella en el lector. Es un trabajo muy notable, que funciona. Ahora bien, su pretensión de innovación se diluye con relativa facilidad. De hecho, las posibilidades de análisis de una sociedad transformada por la transparencia, queda limitada a una obra convencional de espionaje, repleta de acción.

Por lo tanto, si buscas un trabajo muy bien narrado, en todos los sentidos, y si además quieres divertirte, entonces esta obra te encantará. Si eres de esos que te gusta comerte la cabeza y que te hagan pensar sobre tu vida y sobre la sociedad que tienes a tu alrededor, The Private Eye (Gigamesh) te dejará un tanto indiferente.

 

Por Juan R. Coca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *