Nubes flotantes ya envejecidas

Nubes flotantes ya envejecidas

Can Xue

Hermida

El sarcasmo de Can Xue puede ser rabioso y delicioso, pero siempre está expresado en situaciones aún más divertidas por su pura extrañeza. Sus descripciones tienen una fisicalidad nada menos que repugnante (pocos escritores dedican tanto tiempo a representar excrementos, infecciones e insectos), pero siempre se refieren a personajes que parecen casi incorpóreos. Su escatología surrealista a menudo provoca risas sobresaltadas, y su diálogo puede prescindir de cualquier sentido de quién está hablando mientras conserva cualidades completamente familiares de resentimiento, chismes, envidia y lloriqueos.

New York Times

Nubes flotantes ya envejecidas (1986) es una de las primeras y más conocidas obras de la escritora Can Xue. Lleva al lector a un mundo de lo grotesco y lo surrealista, de espacios inciertos e identidades indeterminadas, de amenazas sexuales y de desorientación psicológica. En esta nouvelle se describe la relación diaria entre madres e hijas, padres e hijos, esposas y esposos, suegros y yernos, colegas y amigos, así como entre parientes lejanos y vecinos. Todos están llenos de indiferencia y odio, repugnancia y deterioro.

Los personajes están atrapados en la red de los celos y el odio mutuos, indefensos en un entorno traumático en el que deben, por decreto de una moral de supervivencia, llevarse bien con los demás, pero paradójicamente acaban mostrando una perspectiva casi cruel y siniestra de la naturaleza humana. Can Xue no sólo muestra el lado oscuro de la naturaleza humana y el siniestro ambiente de la sociedad, sino que también saca a relucir el tema filosófico del sentido trágico de la vida en la China postmaoísta: «los otros son el infierno».

Los personajes sufren de un voyerismo encubierto. La protagonista de la historia, Xu Ruhua, se asoma a la vida de los vecinos todo el día para obtener placer y satisfacer sus deseos más íntimos, mientras que su suegra trata de satisfacer sus propios deseos de manipular a los demás con un juego de miradas indiscretas. La esposa de Geng Shanwu, Mu Lan, cuelga un espejo en un árbol del vecindario para observar cada movimiento de su vecina, Xu Ruhua, de quien sospecha que está teniendo una relación ilícita con su marido, y Xu Ruhua también observa la vida de su vecino Geng Shanwu a través del espejo. La suegra de Xu Ruhua se esconde detrás de un árbol todos los días y no deja de advertirla con notas breves del peligro que corre con su conducta en ese ambiente degradado donde todo el mundo obtiene placer utilizando medios despreciables y viciosos para espiar la privacidad de otras personas.

A la vanguardia de las nuevas tendencias literarias de China, Can Xue explora la realidad china por medio de imágenes de yuxtaposiciones absurdas, repentinas e ilógicas, y de transformaciones ilimitadas inducidas por una imaginación única.

«El libro de Can Xue que se publica en noviembre en Hermida Editores, Nubes flotantes ya envejecidas, también está dominado por el ámbito material de la vida. Es una novela en la que la violencia material cobra un papel relevante. Los celos, las envidias, la exploración y el desarrollo de los instintos más bajos quedan reflejados mediante la acción, como si de un film se tratara»

Alejandro Roque Hermida, Revista Mercurio

«Con todos estos elementos, reales o soñados, la novela avanza inmersa en un implacable y acelerado crescendo de tensión, que alcanza su apogeo surrealista en su tercera y última parte, en la que brilla singularmente la alucinada prosa de Can Xue, y que culmina en un espeluznante paroxismo de muerte y horror»

Manuel Fernández Labrada, Saltus Altus

«Can Xue se ha ganado a pulso ser una de las escritoras más relevantes de la actual literatura china, autora de una vasta obra experimental y vanguardista. “Nubes flotantes ya envejecidas” es una de sus primeras y más reconocidas novelas. La fortaleza de esta novela se centra en el minucioso retrato psicológico de la personalidad de sus personajes, involucrándonos página a página en una historia en la que aparentemente no sucede nada relevante, pero en la que nos vamos adentrando, tras cada capítulo, en la alterada personalidad de sus protagonistas. A través de breves fogonazos, recuerdos que emergen de la memoria de sus personajes, iremos descubriendo los sucesos más relevantes de sus vidas, lo que nos dará información sobre los traumas y comportamientos que presentan en la actualidad. Unos personajes mezquinos, dementes, que acaban contagiándonos su obsesión por el cotilleo, por espiar constantemente la vida de los demás y que nos mantendrán enganchados a esta historia hasta acabarla por completo. “Nubes flotantes ya envejecidas” logra convertir lo que en otras novelas resultaría pesado, el tono exagerado de la narración, el surrealismo de sus escenas, lo incoherente de sus diálogos y las transiciones abruptas en un acierto que nos permite distanciarnos del sufrimiento de sus personajes, de los que no podemos sentir lástima en un ningún momento»

Rubén Olivares, Letras en vena

«Los temas que ya estaban presentes en La frontera vuelven a aparecer: la fragilidad del individuo aislado o con unas conexiones débiles con la realidad, la opresión de la sociedad atávica, frente a quienes quieren vivir su vida de una manera libre y genuina»

Rafael Ruiz Pleguezuelos, Anika entre libros

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