‘Cinturón de cobre’, de Ricardo Martínez Llorca

Cinturón de cobre

Ricardo Martínez Llorca

Pre-textos

186 páginas

 

Por Nicolás Miñambres

Después de la publicación de Tan alto el silencio, Ricardo Martínez Llorca retorna a la literatura con un libro de viajes de concepción muy personal, del que no están ausentes las relaciones con Joseph Conrad y Paul Bowles. Las páginas finales de la obra ofrecen un curioso epílogo, guiño amistoso para el lector, que no sabe muy bien qué pensar de la autoría de la obra. En el fondo todo parece un simbólico homenaje a Carlos, ese amigo que, entregado a la pasión africana, es el alter ego del autor, su mentor y el símbolo de lo que tiene que ser el verdadero compromiso con otras tierras. Si olvidar su importancia como creador literario.

Cinturón de cobre (título de una curiosa polisemia que no escapará al lector atento) está planteado como un diario que refleja las experiencias africanas en Zambia vividas por el autor desde julio de 1995 a setiembre de 1996, momento en que el autor comienza a perfilar un nuevo viaje. Lejos de la concepción tópica de este género literario, las páginas de Cinturón de cobre avanzan con un ritmo muy especial. El escritor no se limita a reflejar de forma aséptica la realidad africana. Una sensibilidad muy personal le lleva a acercarse a la realidad de Zambia en actitud apasionada. Contempla, pero sin distanciamiento, tratando de imbuirse del espíritu de estas tierras, intentando ahondar en el misterio que las rodea. En esta actitud está la clave del afán por reflejar en estas notas la visión legendaria, próxima a los mitos que han ido forjando el carácter y las actitudes de las criaturas que conoce. El ser humano será visto como paradigma de actitudes universales, que van desde la ambición desmedida a la pobreza más heroica. Los distintos tipos reflejados en este sosegado cuaderno de bitácora son, por encima de su personalidad, el reflejo de la realidad que vive este país de Zambia. De ahí que la mayoría se transformen en símbolos que para el lector suponen actitudes de simpatía o rechazo.

La peculiar visión de la realidad africana descrita en muchos casos con rasgos de gran plasticidad, hacen de Cinturón de cobre una obra que mantiene el interés que el lector siempre espera de este género de obras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *