Los países invisibles

Los países invisibles

Eduardo Lalo

Fórcola Ediciones

150 páginas

Una recomendación, un ensayo diferente, una nueva visión del mundo, de la que en breve daremos más noticias.

En Los países invisibles, premio Juan Gil-Albert Ciutat de Valencia, Eduardo Lalo afirma categóricamente la inexistencia de Puerto Rico, traducida en su invisibilidad ante la mirada ajevna, así como de algunos países de occidente, «que detentan el poder de crear significados». El libro, género híbrido entre el diario de viajes, la crónica y el ensayo filosófico, recoge las experiencias de un escritor que parte de la isla, «el reino de lo invisible», y regresa a ella después de realizar un periplo narrativo y filosófico por España y otros lugares de Europa.

camba-jazzAlejado de la victimización tercermundista, Lalo emprende una contraconquista conceptual del Viejo Mundo: su viaje posibilita el reconocimiento de signos de lo global visible que emparentan la capital de su país con algunas capitales y ciudades europeas. Son aires de familia asociados con el consumo, las sociedades del espectáculo o la desigualdad fomentada por la globalización, que coexisten con otros: los que imponen las insalvables distancias entre los países visibles, portavoces del discurso de Occidente, y los invisibles, intervenidos por ese miope discurso que se afirma en «no-ver, borrar, aniquilar».

Puerto Rico, marcado por la conquista española y diluido por la violencia del neocolonialismo estadounidense que lo reduce al olvido, al ninguneo o la negación, se torna un prototipo: prefigura el destino al que parecen estar sentenciadas las grandes naciones y sus enormes urbes, la «invisibilización programática», la progresiva despersonalización. El escritor, cazador de imágenes, traduce su andar y su mirada en especulaciones de índole filosófica, literaria, ideológica ligadas a una ex-céntrica concepción del mundo y del sentido ético y político del trabajo intelectual, y reflexiona sobre no-ver y ver, encierro y libertad, desierto e isla y ciudad, sorteando la marginalidad a la que ha sido confinada la literatura y la condición «invisible» de su país.

 

«Escribir desde la invisibilidad significa ampliar el campo miope de lo visible.»

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