‘Animales invisibles’, de Gabi Martínez y Jordi Serrallonga

Animales invisibles

Gabi Martínez y Jordi Serrallonga

Nórdica y Capitán Swing

Madrid, 2021

247 páginas

 

Por Ricardo Martínez Llorca / @rimllorca

Las hipótesis románticas están reñidas con lo que entendemos por conocimiento científico. Estamos convencidos de que la ciencia es algo con un peso objetivo -incluso entendiendo esta palabra con todo lo común que tiene con el significado de objeto-, que nos olvidamos de que una hipótesis romántica puede triunfar. El ejemplo más llamativo de este tipo de triunfo tuvo lugar cuando aparecieron los primeros restos de dinosaurios y alguien atribuyó esos huesos a dragones; durante años se estuvieron riendo de él. Y, sin embargo, ese alimento que es la fantasía, ese impulso para mover la imaginación que es la fantasía, resultó ser cierto. Animados por este terreno en común que contiene a la imaginación y a la ciencia, emprendemos la lectura de estos Animales invisibles, un libro bellísimamente editado, que contiene detalles sobre criptozoología, el estudio de seres que existen o existieron o pudieron existir, animales que son reales en tanto que no cesan de pervivir dentro de los sueños y las ilusiones. Dada la imposibilidad que tiene de morir una ilusión, frente a la más cierta que caracteriza a la carne, en ese sentido podríamos decir que están más vivos que nosotros, o que al menos nuestros cuerpos.

En el libro se distinguen tres grandes grupos de animales a describir: los que se extinguieron y cuya extinción lamentamos vivamente, los que nacieron como mitos y como mitos se mantienen, y algunos que todavía viven, pero son tan escasos los ejemplares que intuimos el vacío que dejará su extinción, en algunos casos tan terrible como la de las abejas o el coral. El mundo cambiará brutalmente con su desaparición, y hasta es posible que no sea posible la vida sin ellos.

Gabi Martínez y Jordi Serrallonga, un escritor creativo y un científico con imaginación, idean una obra de episodios cortos en la que las descripción de cada uno de los seres nos sumerge en un planeta mucho más hermoso que el del asfalto, el vidrio y el cemento. No se trata tanto de viajar hasta los lugares que ellos habitan y de acompañarlos un rato, algo que sucede en varios de los capítulos, como del deseo de conocer, del impulso hacia la curiosidad.  Y así este libro es mucho más que una pequeña enciclopedia: estamos frente a una obra que nos ayuda a entender en qué consiste eso que llamamos amor a la naturaleza. Y vamos descubriendo que ese amor contiene tanto de empuje imaginativo como el amor a la literatura. De ahí que nos encontremos ante una de las mejores ideas para celebrar cualquier efeméride y regalar a nuestros amigos y a nuestros familiares. Pero antes debemos regalárnoslo a nosotros mismos. Sin falta.

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