Una excelente y graciosísima Kiti Mánver no deja que la vida pase en “El inconveniente”

Por Mariano Velasco / Fotografías: Sergio Parra

No sé qué dirá la nueva Ley de Vivienda al respecto de casos como el que se plantean en El inconveniente, la obra que se representa en el Teatro Pavón de Madrid, creada y dirigida por Juan Carlos Rubio, pero vamos, que tampoco nos vamos a meter ahora en el lío de establecer las diferencias entre el usufructo y la nuda propiedad o a hablar de grandes tenedores, zonas tensionadas, el acceso a la vivienda protegida y no sé cuántos asuntos más del complejo texto legal recién aprobado.

Tomemos el asunto, como bien hace aquí una genial y graciosísima Kiti Mánver en su papel de Lola, con un poquito más de guasa, incluso siendo conscientes de que de lo que se trata, más que de hablar de los intríngulis del mercado inmobiliario, es de establecer la fecha de defunción de esta mujer de avanzada edad y frágil salud, y pese a que el asunto al final, como podrán imaginar, también tiene su profundidad humana, ética y, si me apuran, hasta religiosa.

Vamos a explicarlo un poquito: resulta que Luis (Cristóbal Suárez), un ejecutivo treintañero y guapetón al que parece irle muy requetebién en la vida, se quiere comprar una casa en un barrio bien a un módico precio, no se sabe muy bien todavía con qué propósito, no se impacienten que ya se sabrá. El caso es que la muchacha de la inmobiliaria (Marta Velilla) que, todo hay que decirlo, está más pallá que pacá y que parece no acabar de encontrar su sitio en la vida —ya se verá también—, le ofrece un chollo con un pequeño “inconveniente”, que por eso es un chollo, si no de qué:  la actual dueña, Lola, la de la avanzada edad y frágil salud, seguirá viviendo en él hasta que casque. Que dada la mala vida que lleva la susodicha, que a sus setenta y tantos años —y con tres bypass o baipases a sus espaldas— fuma y bebe como si le fuera la vida (o mejor, la muerte) en ello, puede que no tarde mucho tiempo. Pero vete tú a saber…

Con tal planteamiento, el guion de “El inconveniente” va a acabar resultando atractivo y entretenido, qué duda cabe, pero se sostiene por encima de todo por la generosa aportación de una inconmensurable Kiti Mánver, excelente actriz sobrada en tablas que brilla aquí de manera muy especial en los momentos más cómicos del entramado, que los hay y muchos (solo a ella se le puede ocurrir decir “cistitis” en vez de “patata” para hacerse un selfie), hasta el punto de que es fácil pasarse la obra entera rezando uno para que no le pase nada antes de tiempo, no vaya a estirar la pata en mitad del argumento y nos deje sin poder disfrutar del jugoso personaje que ya todos conocemos como “el inconveniente”.

El público convendrá conmigo, expresión muy del gusto del personaje de Marta Velilla, en que por encima del lío que aquí se plantea, y en medio del conflicto moral que conlleva cómo afrontar la conveniencia de la muerte ajena en beneficio propio, al final lo que resulta ser esto es, más que nada, una obra que nos habla sobre la necesidad que tenemos los seres humanos de compañía, de compartir nuestras penurias y nuestras alegrías, de escapar de la soledad… Y de que, con sus excepciones, que haberlas haylas, casi todos tenemos algo de buena gente. Puede que con una vida más jodida de la que aparentamos, pero en el fondo buena gente.

Que cada uno puede tener sus cosas, no digo que no, a uno se le derrumba el matrimonio, a la otra le da por los porros o por meterse en el armario, a la tercera… la tercera va pasando de un empleo a otro, y hasta puede que de un casting a otro, sin acabar de darle un rumbo estable a su vida…. Bueno, un poco como todo el mundo, en realidad. Pero todo ello para concluir que, a poquito que nos paremos a pensarlo, lo que más necesitamos es disfrutar de la vida y salir huyendo por patas de la soledad.

“Life is what happens to you while you’re busy making other plans”, le cantaba Lennon a su hijo en su último disco poco antes de fallecer, mucho más joven y saludable que nuestra Lola. Es un verso que se cita aquí y que, como el propio autor de la obra ha explicado, bien que sirve de partida para todo lo que a posteriori se plantea. Porque ya digo que sin necesidad de darle muchas más vueltas al asunto, ni Ley de Vivienda ni leches, aquí de lo que se trata es de eso, de vivir y de aprovechar la vida, aquello que sucede mientas nosotros —que hay que ser muy tonto para no darse cuenta— andamos ocupados haciendo otros planes.

El Inconveniente

Autor y Director: Juan Carlos Rubio

Intérpretes: Kiti Mánver, Cristóbal Suárez, Marta Velilla

Diseño de escenografía: Juan Sanz

Diseño de vestuario: Pier Paolo Álvaro

Iluminación: José Manuel Guerra

Música: Miguel Linares

Ayudante de dirección: Isabel Romero

Fotografía: Julio Vergne

Diseño cartel: Luis Serrano

Gerente en gira: Marta Gutiérrez Abad

Dirección de producción: Marisa Pino

Producción ejecutiva: Bernabé Rico

Distribución: TALYCUAL PRODUCCIONES

Una producción de: TALYCUAL, TXALO y LA ALEGRÍA

TEATRO PAVÓN. HASTA EL 9 DE JULIO 2023

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Otras creaciones de Kiti Mánver en CULTURAMAS

JUNTOS, de Fabio Marra, dirección Juan Carlos Rubio

SENSIBLE, de Constance de Salm, versión y dirección Juan Carlos Rubio

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