Búho, por Titzina Teatro: éxtasis y dolor en el laberinto de la memoria

Horacio Otheguy Riveira.

«Pablo, un antropólogo forense especializado en yacimientos paleolíticos, sufre un ictus que le provoca una amnesia severa. Asistimos a una búsqueda interior por su memoria para intentar recuperar sus recuerdos, en definitiva, su identidad. La experiencia y los conocimientos de espeleólogos reales junto a testimonios de pacientes con afecciones similares sirven de base de esta ficción teatral de gran potencia visual». Tal la síntesis ofrecida por la Compañía Titzina Teatro en esta nueva creación de Diego Lorca y Pako Merino que ha transitado por diferentes carriles profesionales para apresar datos esenciales con los que construir una obra veraz y poética: no como dos partes que se encuentran, sino como dos estilos que vocean los elementos de su propia naturaleza. Es decir, la investigación minuciosa crea un diálogos con emociones profundas y superficiales, y todo ello trasciende poéticamente, porque semejante estructura narrativa va implícita en la vida cotidiana de estos creadores, y de sus personajes. En este caso, Pablo, antropólogo forense que ha de hurgar en cuevas, entre huesos y otros restos. Y él mismo ha de reconstruirse, con ayuda de médicos especializados, para expandir alas, abrir bien los ojos, descubrir el misterio de la memoria y procurar reconocerse en algo tan fundamental como sus pasos en la tiniebla donde yace. Allí, de donde quiere salir para volver a casa… una casa a la que aún no sabría cómo llegar, ni siquiera en qué ámbito existe. Para ello ha de seguir un tratamiento al que asistimos durante 70 minutos de gran riqueza escénica, fusionando diversos lenguajes con dibujos, pinturas, proyecciones diversas, música singular y siempre, la palabra y el teatro gestual propio de la Compañía.

En el proceso podemos perdernos —como el propio personaje lo hace—, pero la fascinación se une al desconcierto. Llegamos a conmovernos al empatizar con la angustia de la desmemoria y el éxtasis al recuperar pequeñas áreas de felicidad, búhos todos al fin en la belleza de su plumaje, tan grande es la variedad dentro de la misma especie, y de su sabiduría para deambular por la noche para codearse con la libertad. Y, claro está, dos actores-autores-directores que conectan con uno de los temas más difíciles de trasladar al escenario, y nosotros con ellos, espectadores no más simples, ansiosos por descubrir vetas de luz donde parece imposible.

Comienza con Pablo, un cuerpo deslavazado que intenta volar con alas propias. Bajo un suave hilo de luz, nos dice:

“La mayoría de niños se abraza

a la luz. Porque la oscuridad

es el final del día, de la vida.

Es vacío y miedo: pasos que

se acercan, voces desconocidas,

puertas que se abren, que se cierran.

Crecen con un rechazo instintivo

porque en ella son animales ciegos.

Yo no.”

Idea y creación: Diego Lorca y Pako Merino
Dirección: Diego Lorca y Pako Merino
Dramaturgia: Diego Lorca
Interpretación: Diego Lorca y Pako Merino
Composición musical y sonido: Jonatan Bernabeu y Tomomi Kubo
Iluminación: Jordi Thomàs
Espacio escénico: Rocío Peña
Construcción escenografía: Albert Ventura y La Forja del Vallès
Diseño proyecciones: Joan Rodón
Vestuario: Ona Grau
Diseño gráfico compañía: Isa Besset
Dirección técnica: Albert Anglada
Producción: Luz Rondón y Tanya Carp
Fotografía: Quim Cabeza
Técnicos en gira: Jordi Thomàs, Sergi Cerdan Aguado y Txell Cabanas Collell

Espectáculo creado con el apoyo de Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallés, ICEC Institut català de les empreses culturals, Institut Ramon Llull

TEATRO DE LA ABADÍA. DEL 5 AL 22 DE OCTUBRE 2023

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