Edición especial de la muy teatral Historia de amor de los Quintana-Maroto

Horacio Otheguy Riveira.

Se han marchado en un para siempre ficticio, pues su muerte, tras complejas enfermedades, deja una estela de colorida creación. Se levanta el telón muy lentamente y se representa su impactante recorrido por escenarios nacionales y extranjeros. Les seguimos guiados por mucha gente que les admiró y/o trabajó con ellos. Todos a su vez con edición de su única hija, la formidable actriz Lucía Quintana junto a su gran amiga Laura Pastor González. El resultado, una obra sorprendente en edición de lujo al módico precio de 30 euros, gracias a que la producción ha ido por cuenta de instituciones principales de Valladolid, cuna del rumbo teatral de la familia: Ayuntamiento, Diputación, Universidad… y Junta de Castilla y León.

Muchas páginas en gran formato con progresivo deslizamiento de las creaciones de esta familia enamorada y vivamente prendada del teatro como una de las artes más integradas en el arte poético de la vida cotidiana: entre decorados, trajes, personajes e intérpretes han dado vida a un repertorio históricamente valioso, al tiempo que estrenaban autores desconocidos por el gran público. El libro da buena cuenta de todo esto con el añadido de los episodios de alta tensión en tiempos difíciles. Una joya con el encendido entusiasmo de la única hija, la gran actriz Lucía Quintana, que se forjó juntó a sus padres en inolvidables episodios que la siguen acompañando cada vez que pisa un escenario…

 

Portada del libro. En su interior numerosas ilustraciones estupendamente editadas. [https://www.elarboldelasletras.com/es/tienda/productos/teatro-y-artes-escenicas-481/teatro-de-los-quintana–maroto-el-una-historia-de-amor-191187]

El tratamiento de biografía ilustrada tiene una doble carga apasionante: por un lado la participación de periodistas y gente de teatro para narrar episodios fehacientes del tiempo de vivir de esta pareja tan especial de una escenógrafa-figurinista-pintora-escultora, y un actor y director de escena, así como pedagogo y programador. Juntos recorrieron país y mundo, atravesados por el candor de ingenuos trotamundos, a la manera de la gente de la Comedia dell´Arte, abiertos siempre a innovar; largo camino en el que entre el clasicismo y las corrientes del siglo XX, siempre aportaron nuevos toques de atención, ya que todo es un palpitante teatro con su fuerza indudable y su dramática fugacidad: el telón y las bambalinas, los personajes y sus intérpretes, así como los técnicos detrás (a menudo ellos mismos ejerciendo todas las acciones), en un torbellino que les llevó a cuanto amaron, dejándose en el recorrido puñado de empeños por graves dolencias que les paralizaron.

En esta obra admirable se les rinde justo homenaje con imágenes sensacionales y páginas firmadas por quienes les siguieron de cerca, y aún hoy despiertan por la mañana con la intención de llamarles por teléfono, convencidos de que están ahí, tan eternos como el caudal de talento y grandes emociones que generaron a su paso.

 

Figurines de Mery Maroto para el estreno de Romeo y Julieta de Shakespeare. Versión y dirección de Juan Antonio Quintana.

 

Un paseo dominical, cuando todos los sueños parecían posibles, y ya se ocupaban de tenerlos a pie de obra, al alcance de pequeños y grandes escenarios…

 

Tío Vania, de Chejov. Debut en un papel protagónico de Lucía Quintana, junto a su padre, a su vez director de la función.

 

Una de las últimas creaciones de Juan Antonio Quintana: Esperando a Godot, versión y dirección de Alfredo Sanzol en el Centro Dramático Nacional (Teatro Valle Inclán)

 

Lucía Quintana en una de las últimas representaciones de Ser o no ser, junto a Juan Echanove.

 

 

 

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