“La Caja” en el Festival Essencia de Cuarta Pared: enfermedades mentales como formas de vida

Horacio Otheguy Riveira.

Toda enfermedad mental contiene una teatralidad de enorme trascendencia, pues se existe dentro de un juego de espejos que conforma un modo de sentir y expresar pensamientos y emociones.

El arte escénico atiende este hecho y crea una solidaridad que  se estableció entre muchos especialistas y estudiosos, lo que se dio a llamar la Antipsiquiatría(1), enarbolando una serie de defensas y protecciones de aquellos diagnosticados como enfermos mentales, a menudo acosados por psicofármacos que les alejan dramáticamente de sí mismos, o esgrimiendo medidas muy agresivas, aún habituales, como inmovilizarles pies y manos durante muchas horas o toda la noche…

La Caja, es una obra de Teatro Documental Autobiográfico que nace de la experiencia que viví cuando una persona muy cercana fue diagnosticada de una enfermedad mental. Aquella vivencia despertó en mí la necesidad de indagar en el universo de la mente y en los obstáculos a los que se enfrentan las personas que perciben la realidad lejos de los parámetros aceptados por nuestra sociedad.

Así comienza la función en palabras de su intérprete Desirée Belmonte, quien utiliza diversos elementos para abordar el testimonio audiovisual de dos supervivientes singulares: Mabel (que sufre crisis mentales y padece una bipolaridad de tipo 2), Víctor (quien vive en la calle sin tratamiento y duerme en una playa valenciana), y Vicente Rubio, productor y realizador de cine, diagnosticado con esquizofrenia, activista a favor de la socialización de la enfermedad, que falleció en un hospital, víctima de los efectos secundarios de un fármaco.

En La Caja se atesoran objetos de Vicente, a quien vemos y oímos —como a los demás— en una pantalla. Sus testimonios se han filmado con la rigurosa calidad de un documental, a través del cual se crea una tensión entre los espectadores y la intérprete, conmovidos ambos por la trasgresión de un estado poético, alejado de la cotidianidad de una presunta normalidad, cuyas permanentes crisis socioeconómicas prefiguran un estado psicodélico por el que se introduce la investigación farmacológica y la penuria psiquiátrica generada por la estandarización de los cuadros clínicos.

Se produce una relación muy interesante entre la mujer que habla, organiza, piensa en voz alta y presenta a sus “actores” en pantalla. Hechos y sentimientos que no ocultan su gravedad, su sentido del humor y su miedo por desbordarse en la realidad, y en la deformación terrorífica que proyectan algunos medios de comunicación cuando algún caso produce una acción criminal.

En síntesis, un trabajo admirable para solidarizarnos en un entorno de colorida belleza escénica, donde tiene cabida el dolor y la alegría de gente “entre la cual podemos estar cualquiera de nosotros, desde el momento en que, sin previo aviso, descabalguemos de la realidad y andemos a tientas…”.

Teatro La Catrina surge en 2010 de la mano de Desirée Belmonte, finalista a Mejor Autoría Revelación en la XXIII edición de los Premios MAX de Teatro en 2020 y premiada con el Mejor Espectáculo de Teatro en el Festival IndiFest en 2021 por Homenaje a una desconocida (2019).

Belmonte es investigadora, se formó en dramaturgia contemporánea y ha cursado teatro, danza y técnica vocal. Su obra está profundamente inspirada por Latinoamérica tras su viaje de 6 meses por Perú. De este esclarecedor viaje surge su primera obra, Hara (2010), a raíz de la cual adopta un lenguaje documental y autobiográfico característico de su Compañía.

Sus obras exploran la memoria y la intrahistoria, ahondando en los testimonios de las personas cuyas voces parecen ser olvidadas y rescatándolos para ponerlos en primer plano.

Creación: Desirée Belmonte, Sebastián López y Carlos Molina
Texto, dirección e interpretación: Desirée Belmonte
Música: Pedro Acevedo
Luces: Carlos Molina
Visuales: Sebastián López
Espacio escénico: Sebastián López/ Carlos Molina
Asesoría artística: Isaac Torres/ Ángela Verdugo
Sonidista: Julián Parreño
Edición audiovisual: Sebastián López/ Carlos Molina/ Julián Parreño
Construcción de La Caja: David Durán
Vestuario: Pascual Peris
Diseño gráfico: Guillermo Martín
Fotos: Sebastián López/ Alain Dacheux
Producción: Teatro De La Catrina
Colaboran: IVC, Generalitat Valenciana y Residencias Artísticas Carme Teatre

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(1) Término creado por David G. Cooper (Ciudad del Cabo, 1931 – París, 29 de julio de 1986) fue un psiquiatra sudafricano, teórico y líder de la antipsiquiatría junto con R. D. Laing, Thomas Szasz y Michel Foucault. Acuñó el término “antipsiquiatría”, situándose en contra de los métodos ortodoxos de la psiquiatría de su tiempo.

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